domingo, 28 de noviembre de 2010

Conclusion

Marruecos es un gran pais, lleno de tesoros monumentales, tradiciones milenarias y paisajes increibles, verde en el Norte, montañoso en el centro y desertico y surrealista en el Sur. Pais de gente humilde y hospitalaria, amantes del arte y la cultura en general.
Para bien opara mal la religion marca la vida de las personas, en ciertos aspectos bien es cierto que es muy radical, aunque en otros tambien puede que llegue a ser bonita.

Yo tuve suerte, me trataron bien, comi bien, me senti muy seguro y estuve muy a gusto, por tanto no puedo hablar mal de los marroquies por mas que la gente se empeñe en que lo haga.
Es una pena que en nuestro pais todavia haya gente tan ignorante y tan llena de prejuicios con los musulmanes. A raiz de este viaje he tenido ya varias conversaciones con gente que opina que los marroquies son todos unos radicales asesinos y que ese pais es tan peligroso como Irak o Afganistan, es para flipar en colores. Una chica amiga mia me llego incluso a acusar de que viajando a Marruecos fomentamos el machismo y la degradacion de la mujer ¿ ? es ovio que me quede a cuadros. Tambien he oido comentarios del tipo "a mi me pagan el viaje y la estancia y no voy ni harto de vino". Otra pregunta clasica de los mas ignorantes es ¿que comen alli?, se llevan un chasco al oir sobre la rica, variada y deliciosa comida marroqui, al parecer mucha gente piensa que comen mierda, insectos o arena por lo menos. Aunque lo mas fuerte lo escuche de labios de un buen amigo mio que al comentar el viaje se dedico a poner verdes a todos los moros acusandolos de asesinos, traicioneros, ladrones, indecentes y marranos, a lo que le conteste diciendole que eso es lo que a el le gustaria que fueran y que eso solo es una imagen que se ha creado en su imaginacion y poco tiene que ver con la realidad, para joderlo un poco añadi ademas que queramos o no tenemos todavia sangre mora en nuestras venas, a lo que me contesto que eso es imposible alegando que los arabes no se mezclaron con nosotros y que durante la ocupacion arabe en la peninsula, que fue de casi 800 años, estos no nos aportaron nada, ni al idioma, ni a la cultura, ni al comercio, ni a la agricultura, ni a la arquitectura, ni a nada de nada, esta claro que este tio en historia no era el primero de la clase. Resumiendo dire que la ignorancia es muy bonita en los niños pero en los mayores es deprimente.

Tristemente es cierto que el gobierno de Marruecos la caga bastante, pero la gente de a pie no tiene culpa y tambien hay que reconocer que hay ramas de la religion muy radicales y si que estamos de acuerdo en que hay terroristas asesinos, pero por suerte solo son un puñado de locos y nada tienen que ver con el resto del pueblo que es muy pacifico. Es un gran error generalizar, ademas el que este libre de pecado que tire la primera piedra. En España ni todos somos etarras, ni todos somos toreros.

Por mi parte recomiendo la visita a cualquiera. Si vais y no quereis seguir la principal maxima del viajero que es "donde vayas haz lo que veas" por lo menos respetad su cultura y ellos os respetaran a vosotros.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Marrakech y vuelta a España

En mi penultimo dia de estancia en Marruecos y ya despues de la interesante visita al magnifico palacio de la Bahia, en Marrakech, me sumerjo de cabeza en las tiendas, he de reconocer que para mi ir de compras en Marruecos es tremendamente agotador y estresante por culpa del regateo y por tanta cantidad de cosas a la venta. En Marrakech algunos comerciantes hablan un poco Español pero con la mayoria me tengo que entender con mi pesimo Ingles ya que de Frances no entiendo ni papa y de Arabe ni hablamos. El caso es que me fui apañando. En la zona de la medina donde me encuentro no abundan los turistas es clientela local y ni los precios ni los comerciantes son abusivos y no me fue muy dificil hacer los tratos, ademas confieso que lo pase bastante bien. Para empezar fui a una farmacia tradicional y compre las mismas cosas que encargue a Kalid (el tipo que pretendio engañarme el dia anterior), este intento cobrarme despues del regateo la friolera de 800 Dh y aqui todavia añadi mas cosas al lote y el total fueron 165 Dh, esta claro que el engaño era descarao. Compre tambien en diferentes puestos y tiendas varias cosas como babuchas, ropa en plan moro para toda la familia, dos bolsos de cuero, fosiles, bisuteria de todo tipo y unos adornos para la casa, en fin hice unas compras con todas las de la ley.






Rincon de los zocos





Ya liberado de las compras, regreso al hotel a dejar las bolsas y vuelvo de nuevo al barrio donde me encontraba. Tomo asiento en un pequeño restaurante de clientela local donde doy buena cuenta de mi plato favorito marroqui, la pastela o pastilla de pollo acompañada de una ensalada de olivas, un zumo de datil y un yogurt de postre, para mi fue todo un lujo. La agencia donde contrate hace unos dias la escapada al desierto esta en la misma calle asique me acerco a ver si por casualidad se encuentra Brahim, uno de los guias y un cachondo que no veas, aunque cansino como el solo, cuando llego alli no tengo suerte parece que el tio esta de viaje, me hubiese gustado poder saludarlo.

Por las zonas mas concurridas de cualquier ciudad importante de Marruecos aparece la figura de un personaje curioso, se trata de el aguador. El origen de los aguadores se pierde en la antiguedad, son unos tipos vertidos con una tunica roja hasta los pies y llenos de correajes de donde les cuelgan vasos de cobre, calzan enormes botas y llevan un estrafalario y llamativo sombrero en la cabeza, recuerda un poco las pintas los antiguos guerreros mongoles o algo asi. Su mision consiste en vender vasos de agua por la calle, la cual llevan en un gran pellejo de cabra colgando del hombro. La verdad es que hoy en dia a pesar de que todavia venden agua a los marroquies su fuente principal de ingresos son las propinas que les dan los turistas por fotografiarse con ellos.







Aguadores





Ya que estoy en el barrio de la kasba me acerco a los alrededores de la inmensa mezquita El-Mansur, dicha mezquita es una maravilla pero desgraciadamente no se puede visitar a menos que uno sea musulman. Por suerte hay un acceso a un jardin-cementerio al que se conoce en terminos turisticos como las Tumbas Saadianas y que si se puede visitar, dicho jardin forma parte de la mezquita, se accede por una pequeña puertecita que abrieron hace unos años para poder visitarlo. El conjunto esta formado por tres Kublas o mausoleos y un monton de lapidas repartidas por entre el jardin. La arquitectura de las Kublas es exquisita, con una base de columnas de marmol, estucos y madera de cedro supertrabajado. Hay que decir que los Saadianos eran dinastia de crueles guerreros, asesinos y saqueadores, por el contrario el jardin es todo un remanso de paz y fue todo un punto el visitarlo.

Paso el resto de la tarde de forma monotona, vagando por la medina, charlando un poco con los buscavidas y mirando los puestos.
Llegado a este punto voy a comentar por encima sobre el trafico rodado de Marrakech que es una autentica pasada. Para empezar y aunque hay semaforos en las calles grandes, la gente se los salta cuando les da la gana, conducen por cualquier parte sin respetar nada y los intermitentes ni existen, eso si, lo bueno que tienen es que van bastante despacio. Para los peatones cuando cae la tarde cruzar algunas de las calles anchas que rodean la plaza Jemaa-el-Fnaa es toda una odisea, hay que hacerlo en dos o tres fases por tanto te tienes que quedar parado en mitad de la calle entre los coches o lo que venga, es peligrosisimo porque no hay carriles y los coches van por donde hay hueco. En las calles igual circulan coches, bicis, motos o burros. En el caso de las motos circulan por todas partes incluida las estrechas calles de la medina, donde te has de apartar continuamente para que no te pillen, nadie usa casco y lo que es peor los espejos no los usan para ver quien viene por detras sino que los doblan y los llevan hacia el centro del manillar para verse ellos la cara mientras conducen, es de locos, para rizar el rizo mas de la mitad de las motos no llevan luz, a muchas de las motos les acoplan una especie de remolque donde llevan mercancias. En la medina es bastante comun los choques entre motos y tambien entre bicis y pequeños atropellos de peatones, yo presencie mas de uno, es curioso porque nadie se enfada, se saludan y se consuelan y ayudan el uno al otro, todo de forma pacifica.






Detalle de la entrada de una casa




Continuo mi paseo pensando en que mañana por la mañana regresare a España y ya tengo puesta la vista alli asique ya creo que poco va a suceder aqui que me sorprenda, pero aun asi me equivocaba.
Despues de descansar un poco en el hotel, me ducho y cuando estoy haciendo la mochila para el dia siguiente, escucho en el patio del hotel un alboroto considerable salgo de la habitacion y alli estaban los amigos de Cantabria, Diego el venezolano y otro amigo de Brasil que se les habia unido, vaya sorpresa agradable, los tios habian seguido mi consejo y habian venido a este hotel, ellos sabian que yo estaba aqui y me estaban buscando. Joder que alegria, se acomodan los cuatro en una habitacion familiar. La primera faena es fumar un poco de hachis para celebrar este encuentro. Me cuentan que de Fez fueron a Meknes pero no les gusto y decidieron bajar a Marrakech en tren, aunque hicieron una visita a la antigua ciudad romana de Volubilis, todavia van a estar una semana mas en Marruecos y no tienen claro a donde tiraran despues de Marrakech.







Puesto de sombreros de aguador





Como no conocen Marrakech les explico un poco los puntos turisticos que he visitado, la forma de ir al desierto, los restaurantes donde no te sablean y donde hacer algunas compras sin que te tanguen demasiado. Vienen agobiados del tren donde tuvieron un pequeño altercado con el revisor por fumar hachis. Los llevo a cenar a los chiringuitos de la plaza, donde ademas se quedan flipaos con la animacion del lugar y es que es imposible no contagiarse del ambiente. Pedimos una sopa y un asado variado y abundante para todos, con chuletas de cordero, salchichas de ternera, los famosos pinchos y unas minihamburguesas marroquies, los asados siempre triunfan, la carne suele ser muy buena y gracias a las especias esta toma un sabor exotico y delicioso, eso si de cerdo na de na, no veas como se echan de menos unos buenos chorizos o unas longanizas a la brasa, para nosotros el cerdo es un amigo fiel e inseparable pero los moros no lo pueden ni ver, la razon es muy sencilla, por supuesto tiene que ver con la religion. El Coran lo prohibe totalmente por que los musulmanes no deben de comer la carne de ningun animal que sea carnivoro y el cerdo lo es, ademas de eso todavia hay otra razon mas importante y es que el cerdo come mierda y le encanta revolcarse en ella y si a eso le sumamos el dicho de lo que se come se cria no hace falta añadir mas. Ya casi al final de la cena se nos une un chileno bastante fantasma y pedante, nos piramos y lo dejamos hablando con el brasileño. Unos minutos despues el brasileño nos alcanza y me comenta que el chileno se llamaba Conrado, vaya tela que casualidad de llamarse como yo, un nombre nada corriente. Regresamos al hotel y subimos a la terraza, nos sentamos alrededor de una mesa bajo un mar de estrellas rodeados de azoteas y mezquitas y con una vista privilegiada de la plaza, se nos une al corrillo uno de los encargados del hotel y unos amigos suyos, todo el mundo saca hachis y charlamos y fumamos, fue un momento muy agradable y relajado. Los marroquies se fueron y nosotros reflexionamos sobre Marruecos, en como podemos estar tan cerca de España sin embargo con la sensacion de que estamos en la otra parte del mundo por lo menos, es increible como puede haber tanta diferencia cultural y social estando tan cerca. Todos nos hemos acostumbrado al rollo marroqui, a no haber horarios, a pensar en Dirhams, a medir las distancias en tiempo segun con el vehiculo que vayas, a funcionar con el sol, a los problemas y leyes del pais, al te a la menta, a las mujeres tapadas y al machismo en general, a no beber alcohol, a hablar calmadamente, a dar limosna, en fin a estar en otro mundo que nada tiene que ver con España. Tengo ganas de volver a España por ver a la familia, pero solo pensar en la vuelta a la rutina y a las prisas se me hace cuesta arriba. Me siento cansado y creo que he fumado demasiado, me despido de los amigos y prometo ir a su habitacion antes de marchar al aeropuerto.







Ambiente mañanero en la plaza





Por la mañana pego la oreja en la habitacion de los amigos pero no oigo ningun ruido, decido no molestarlos y marcharme al aeropuerto, me da un poco de pena pero al fin y al cabo ya nos despedimos anoche.
El servicio de transporte para ir al aeropuerto de Marrakech es immejorable, hay un autobus que pasa cada veinte minutos por la plaza Jema-el-Fnaa y hace el trayecto al aeropuerto durante todo el dia y solo cuesta 10 Dh (no llega al euro). Mi avion sale a las 11 h con destino a Madrid, pero cuando estoy en la parada me da por sacar el billete del vuelo para asegurarme totalmente, para mi sorpresa estaba equivocado el vuelo es a las 13 h. Son las 9 y algo de la mañana asique regreso de nuevo al hotel. El unico que se habia levantado era Diego el venezolano, me cuenta que se les hizo un poco tarde anoche y que los demas es posible que se levanten tarde. Le acompaño al cafe France a desayunar y charlamos un poco, Diego es un buen tio, me cae bien, vive en Suiza desde hace años, al igual que yo es casado, la conversacion gira principalmente sobre su vida en Suiza.






En la terraza del hotel Mimosa






Nos despedimos y ahora si cojo el bus al aeropuerto. Mientras estoy esperando la facturacion aparecen de repente dos montañeros y Hassan el guia de montaña que nos acompaño al desierto y al cual le cogi esos dias bastante aprecio. Los dos nos abrazamos y me cuenta que los montañeros son catalanes a los que a acompañado a subir al famoso Tubkan, el pico mas alto del norte de Africa situado en el Alto Atlas marroqui. Hassan es cojonudo, aprovecho para regalarle mi mapa Michelin de Marruecos, este mapa es muy bueno y detallado, pero es ilegal en Marruecos por que las guias y mapas Michelin no contemplan las provincias del Sahara como territorio marroqui sino como estado independiente. Hassan se alegra mucho del regalo, para un guia como el ese mapa es algo muy valioso y muy util.

Ya sin mas solo me queda subir al avion, aterrizar en Madrid hora y media despues y visitar a mi amigo Kokichi el japones, con el que comparti por fin varias cervezas y un buen codillo de cerdo en el bar de Antonio, cercano a la Gran Via.







Aeropuerto de Marrakech

viernes, 12 de noviembre de 2010

Adios a Fes y regreso a Marrakech

Siempre madrugo bastante pero hoy todavia me levanto mas pronto concretamente esta amaneciendo. Sin adentrarme mucho doy un ultimo paseito mochila al hombro por la increible e imposible medina de Fez. Es una gozada por que las callejuelas estan practicamente desiertas y las pocas personas que pasan no tienen ganas de agobiar a nadie tan pronto. Salgo del laberinto y cojo un taxi a la estacion de tren. Como sigue siendo un poco pronto aprovecho para desayunar. Lo hago en un bareto cercano a la estacion, me gusta mucho desayunar en este tipo de bareto, te pides un te a la menta y un buen trozo de una masa con harina a la que añaden mermelada, esta delicioso y te llena un monton, ademas siempre hay algun marroqui sorprendido que te pregunta de donde eres y con el que siempre hablas un poco.






7.00 Am. La placita que sirve de entrada a la medina de Fes, a la derecha el hotel Cascade, donde me aloje.




El tren parte a las nueve en punto, totalmente puntual. Yo tengo billete en primera aunque primera en Marruecos es como segunda en España. Los asientos estan numerados y no hay nadie en mi compartimento. Media hora despues hacemos una paradita y una mujer de unos treinta y pocos años y muy guapa se sienta enfrente mio, lleva un vestido negro que le cubre desde la cabeza a los tobillos, solo se le ven los ojos, nariz y boca. La saludo en Arabe y me contesta timidamente y muy bajito, creo que va a ser casi imposible la comunicacion, tiene pinta de estar casada y seguro que no intentara hablar conmigo ni de coña. A los diez minutos de viaje la tia levanta los reposabrazos, se descalza y se acuesta sobre los tres asientos, saca una mantita del bolso y se cubre la cara con ella, tumbada como estaba todavia se estira la saya para que no se le vean los tobillos. La verdad es que la tronca ha tenido buena idea y hago lo mismo que ella en los asientos de enfrente. Me dormi durante un rato, hasta que entraron al compartimento dos nuevos pasajeros, ambos rondaran los cuarenta y tantos, tienen pinta de ser amigos, pero aparentemente uno es todo lo contrario del otro. Uno de ellos viste un traje muy elegante, va cargado de joyas, es regordete y con bigotito, usa un perfume muy fuerte, es muy serio y habla muy calmadamente, tiene pinta de ser un rico empresario o algo asi, por el contrario el otro lleva chandal, es bastante oscuro de piel, tiene cara de chiste, no para de hablar y de reirse, yo creo que se ha fumao un castaño antes de subir al tren, tiene pinta de marrano, lo primero que hizo fue tumbarse, quitarse las zapatillas y dejar un cante por soleares en el compartimento que no veas, menos mal que con el superperfume del otro la cosa se calmaba.
Poco a poco pasaron las horas y llegamos a Marrakech, increiblemente y pese a que estamos en Marruecos el tren llega puntual, nada mas que siete horitas metido en el compartimento, por mi parte doy un diez en todo a las lineas lineas ferroviarias marroquies.





Hay que imaginarsela



Cuando me apee del tren y pise de nuevo Marrakech me senti feliz y contento, fue como si hubiese llegado a casa, aunque en cierto modo es asi ya que Marrakech fue mi base de operaciones. Agarro un petit-taxi y voy de cabeza a la plaza Jemaa-el-Fna. Mientras iba en el tren habia pensado buscar otro hotel diferente, no porque en el Mimosa estuviese a disgusto, todo lo contrario, sino por cambiar y probar otras cosas, asique entro en el hotel Ali, el sitio es de bastante mas categoria que el Mimosa, situado en la misma plaza, estaba totalmente completo, cerca de este hay otro mas e igualmente esta lleno, pero el gerente me indica otro hotel cercano, esta situado en una de las calles del laberinto de la medina, en esa misma calle hay tres hoteles mas, no me gusta mucho el lugar, de todos modos entro y si que tienen una habitacion libre para mi, pero cuando me la enseñan no me gusta mucho y prefiero volver al Mimosa. Cuando llego alli el encargado me recibe con un abrazo, la verdad es que solo por eso ya valio la pena regresar.





Mezquita en la ciudad nueva de Fes, cerca de la estacion de tren.






Me acomodo y salgo para la calle con intencion de hacer unas compras en la farmacia-herbolario de Kalid, un tipo al que conoci dias antes y con el que inicie una pequeña amistad, a pesar de que he visitado algun herbolario mas, me gustaria hacerle las compras a el. El tipo se alegra de verme y nos sentamos a conversar un poco. Luego de relatarle un poco los lugares en los que estuve, le digo las cosas que me gustaria que me preparase, que es lo siguiente: unos doscientos gramos de ginseng, un preparado generoso de hierbas mezcladas para el estres y la ansiedad, dos piedras perfumadas de ambar, algunas especias, aceite para masaje, perfume natural de mujer, jabon de argan y una buena bolsa de te, el tio lo prepara todo y me suelta que le debo 1150 Dh (un poco mas de cien eu) me quedo a cuadros, de repente tengo la sensacion de que Kalid me esta tangando descaradamente, le digo que no puede ser ya que todo eso lo he visto por ahi mucho mas barato, empieza a soltar el rollo de que seguro que no son productos autenticos como los suyos y todo eso, despues del regateo el precio se queda en 800 Dh, sigue siendo carisimo, para quedar bien le digo que no llevo suficiente dinero y que mañana volvere con todo el importe, me pide 100 Dh a cuenta pero no le doy ni un duro y le digo que no se preocupe que pasare a lo largo del dia. Salgo pitando por la puerta con intencion de no volver por alli ni de broma y asegurandome que nadie me sigue, por que en un momento dado este tio se presenta en el hotel con la compra. Una vez mas se cumple el dicho de la avaricia rompe el saco, Kalid metio la pata al intentar tangarme, podia haberme cobrado un poco mas de lo normal y no hubiera pasado nada, pero no seis o siete veces mas, el engaño era demasiado evidente y el fue el que perdio la jugada.





Pieles en el zoco de Marrakech






Apetece un monton tomar una cervecita pero ya tengo aceptado completamente que no hay, la verdad es que cuesta imaginar un mundo sin alcohol, pero he de confesar que sin alcohol se funciona de maravilla. El motivo principal de que los musulmanes no beban nada de alcohol no es porque este prohibido por que en realidad no lo esta, lo que pasa es que no venden por que la gente no lo bebe y ademas porque esta mal visto. La cosa tiene que ver un poco con la religion aunque no totalmente de echo ya relate que en El-Jadida estuve tomando birra tranquilamente en un bar, al igual que el resto de clientes. Tuve una gran conversacion con un comerciante que me explico que la religion musulmana es muy preventiva para evitar problemas y el alcohol es la causa de muchos. Este hombre me contaba cargado de razon que el alcohol no tiene ningun beneficio para el cuerpo y ademas degrada al la persona. Cuando uno bebe deja de ser el mismo, te invade una falsa alegria y uno hace cosas que nunca haria sin haber ingerido alcohol, uno se cree mas fuerte y seguro, a veces aumentas la chuleria y llegas a las peleas e incluso puedes llegar a matar a otra persona. Por eso para evitar problemas lo mejor es no beber ni una gota me decia ese hombre. Yo pienso que no hay que ser tan radical pero tambien reconozco que siempre se quiere mas y al final uno la caga. De momento un saco cemento, es lo que hay.





Rincon de la plaza Jemaa-el-Fnaa






Doy un pequeño rodeo antes de ir a cenar y despues de hacerlo me mezclo en la multitud y el ajetreo maravilloso de la plaza Jemaa-el-Fna. La plaza me apasiona, es otro mundo. Como cada noche el lugar se llena de artistas de todo tipo y de un publico deseoso de disfrutar del espectaculo. A estas horas la plaza esta en pleno apogeo, los chiringuitos de comida estan a parir de gente, los musicos es el plato fuerte del gran espectaculo, hacen su particular actuacion rodeados de gente dando palmas y cantando, se esta preparando una pelea de boxeo y la gente hace sus apuestas, una pitonisa ofrece leerte el futuro en su bola de cristal al lado de una echadora de cartas, acrobatas y comicos hacen su numero muy cerca de un tio que ha montado un paripe de pesca de botellas de fanta y cocacola, tambien las tatuadoras de henna ofrecen sus servicios y hay vendedores ambulantes de te y de cigarrillos sueltos, hay tambien vendedores clandestinos de hachis y tabaco, otro tipo ha montado un juego de bolos, un contorsionista se hace un nudo asi mismo y un tio en calzoncillos que da volteretas y que no para de vocear tiene a un publico intrigado alrededor suyo, en fin hay de todo, realmente es un autentico circo al aire libre, donde se disfruta en armonia, aunque como es natural hay que estar al loro con los chorizos y buscavidas.






Pesca de cocacolas en la plaza Jemaa-el-Fnaa





Ya en el hotel, subo a la terraza y miro la plaza desde ella, aprovecho el momento para fumarme la ultima china de hachis que me queda y no puedo evitar echar de menos a los amigos de Cantabria y a Diego el venezolano. Mañana aprovechare el dia para hacer las compras, sera mi ultimo dia completo en Marruecos y pasado mañana cojere el vuelo a Madrid.

Por la mañana salgo a la calle con intencion de visitar la parte sur de la medina, en el barrio de la Kasba, mi objetivo es visitar algunos de los puntos turisticos que todavia me quedan por ver, ademas hare en esa zona las compras de regalos para la familia y todo eso. Me adentro en las callejuelas observo otro ambiente diferente que en la parte de los zocos, aqui el ambiente es mas marroqui, es un mercado interminable donde puedes encontrar cualquier cosa, apenas hay turistas y la mayoria de los puestos estan orientados para el consumo local por lo que todo es bastante mas barato y los comerciantes no son tan descaraos como en la parte de la medina donde abundan los turistas. Hablo con algunos comerciantes para tantear precios y les prometo volver a sus tiendas despues de visitar el palacio de la Bahia, cosa que esta vez si pensaba hacer.




Zocos de Marrakech




El palacio de la bahia es otro de los lugares que uno no debe de perderse en su visita a Marrakech, esta formado por un conjunto de casas que el visir Ba Amhmed fue adquiriendo poco a poco y que convirtio en un palacio. Fue construido a principios del siglo pasado. El conjunto es una obra maestra del arte marroqui, amplias habitaciones y patios floridos ocupan una superficie de 8 ha. En su inmenso patio central se celebraban fiestas que duraban varios dias y a las que asistian altos cargos del mundo arabe y tambien de Europa y en donde es de suponer que no faltaba de nada.





Patio del palacio Bahia

domingo, 7 de noviembre de 2010

Bhaiel y Fes

Despues de pasear y conocer un poco la medina de Sefru me siento a comer en la pequeña terraza de un restaurante detras de la Gran mezquita, es una placita muy acogedora donde hay varios restaurantes, en todos asan carne, pinchos y embutidos de ternera y cordero, la putada es que las barbacoas estan en la calle y hay un humo que no veas, asique no tengo mas remedio que pasar dentro. Por supuesto me pego un buen plato de un mix de carne asada con una cocacola y un yogurt (40 Dh con la propina). El camarero habla Español a la perfecion tiene pinta de cubano, es muy simpatico y hablador, vivio un tiempo en Barcelona y acabo hasta el gorro de los catalanes, no le quedaron ganas ni de probar en otra ciudad, asique regreso a Marruecos. Me cuenta sobre un pequeño pueblo cercano a Sefru, se llama Bhaiel, parece ser que es un sitio curioso, le llaman el pueblo troglodita, porque las casas son cuevas excavadas en la roca, no es algo sorprendente, en España abundan los sitios asi.






Calle de la medina de Sefru




Despues de pegar una buena comida lo mejor es estirar un poco las piernas. Nada mas salir del bar se me pega un buscavidas muy curioso, se hace llamar "Jimbo, el ultimo jipi de Marruecos". El tipo tiene unos 50 años, anda cojo de un pie, tiene problemas en un ojo y lleva mierda encima del año que pidas, se me ofrece como guia, no habla Español pero nos vamos entendiendo en Ingles. Intento quitarmelo de encima pero no hay manera. Me cuenta sobre los jipis de los 70, de cuando Marruecos se puso de moda entre los diversos artistas del movimiento y gente como Jimi Hendrix o Cat Stevens buscaban refugio e inspiracion en este pais. La verdad es que el nota estaba puesto en el tema, en un momento me nombro los musicos, pintores y gurus indios de la epoca. Me cuenta tambien que su sueño es viajar e instalarse en la India, donde segun el, viven muchos de sus viejos amigos. Empiezo a aburrirme del jipi, ademas lleva una peste encima que no veas, asique le doy 15 Dh y le digo que he de tomar un taxi a Bhaiel, el tio es tan cansino que hasta me quiere acompañar, casi tengo que salir corriendo para quitarmelo de encima y esque en verdad debo de ser el unico turista de Sefru y encima le he echo caso durante un rato.






Entrada a Bhaiel




Tomo un Grand-taxi a Bhaiel, por cierto es en el primero que monto, tiene una tarifa de 5 Dh hasta Bhaiel, es un enorme y viejo Mercedes que tiene cabida para seis pasajeros y el conductor, tres delante y cuatro detras, el taxi no sale hasta que no esta completo, me siento delante aprisionado entre el conductor y otro pasajero.
El viaje es cortisimo y cuando llegamos a Bhaiel me quedo flipado con el lugar. El pueblo esta construido en la ladera de la montaña y tambien tiene una parte baja con las casas pegadas al rio. Bhaiel esta anclado en el pasado y no solo por el echo de que las casas sean antiguas, no haya coches y no se oiga ni un ruido, sino porque la forma de vida de sus habitantes es como hace unos cien años o algo asi. Imagino que viviran exclusivamente del ganado y de la huerta. Las calles son muy estrechas y empinadas, algunas son escaleras. En la parte baja del pueblo esta el rio, al lado hay un lavadero donde un monton de mujeres estan lavando la ropa. Por supuesto todos los hombres usan chilaba y turbante y las mujeres van tapadas. La gente me observa extrañada de que un extranjero se haya dejado caer por aqui y a la que me doy cuenta llevo detras de mi a un monton de chiquillos, que me miran, cuchichean y se rien.





Vista de Bhaiel





Me pierdo entre las callejuelas seguido de varios chiquillos y observo bastantes corrillos de mujeres sentadas en el suelo al sol, estan haciendo unas borlitas con hilos, son como unas pequeñas pelotas de colores, que pienso que serviran para adornar algun traje. Las hay por cualquier rincon y todas estan haciendo la misma faena. Cuando paso por su lado dejan de hablar y se tapan, responden a mi saludo y cuando me alejo empiezan a murmurar, seguro que para algunas es nuevo que un extranjero pase por delante de su casa. Disimuladamente las capturo en fotografia, si se dan cuenta la bronca seria despampanante. En la parte baja hay una placita donde hay algunos hombres sentados tambien al sol, nadie me dice nada, todo es muy relajante, como ya he dicho no hay coches ni siquiera motos, de vez en cuando pasa un carro tirado por un mulo o alguien mas osado montando bicicleta.






Mujeres cosiendo al sol





Personalmente no he visto nunca gente, podiamos decir, tan primitiva, esta claro que el nombre de pueblo troglodita no es solo por el hecho de que muchas de las casas esten excavadas en la roca.
Decido volver a Fez y me encamino a la salida del pueblo a la parada de los taxis, de camino tomo un te en un bar, uno de los clientes habla Español y me ofrece visitar una de las casas cuevas, ya he decidido irme asique rechazo su invitacion y cojo un taxi a Fez.
Me monto detras en compañia de tres chicas jovenes, llevan la cara descubierta aunque cubren su pelo con un pañuelo, usan unas tunicas muy elaboradas y con unos colores naturales muy bonitos. Se rien mucho y hablan en Arabe con el conductor y con los otros pasajeros, seguro que hay algo en mi que les hace gracia, me siento impotente de no poder participar en la juerga.





Lavadero de Bhaiel





El taxi me deja en la ciudad nueva frente al unico Macdonals que hay en Fez, la verdad es queda bastante surrealista, a pesar de que es bastante grande, esta casi vacio, cosa que por cierto me alegra, no soporto este tipo de restaurantes de comida basura que los americanos nos meten a rosca. Aprovecho y doy una vuelta por la parte moderna y por mas que me empeño no le encuentro ningun atractivo asique cojo un taxi y me voy a la medina, por cierto los petit- taxis en Fez o taxis urbanos son de color rojo mientras que en Marrakech son marron clarito. Me sumerjo de nuevo en las callejuelas y cuando llevo solamente una hora dentro siento la necesidad de salir, esta medina puede conmigo, me siento como encerrado y si le sumas el agobio continuo de los buscavidascazaturistas la cosa se vuelve demasiado estresante para mi. Salgo por una de las puestas situadas justamente al lado contrario de donde esta mi hotel.

Me siento en una terraza a tomar un te y pienso entonces en Nabil que debera estar esperandome en un cafe cercano a mi hotel, la verdad es que me da igual verlo que no y ademas estoy bastante alejado del sitio. Con mucho trabajo consigo parar un taxi que me deja muy cerca de la puerta verde.
Ya en el hotel encuentro en la terracita del bareto a los amigos de Santander y al venezolano. Se alegran mucho de verme y yo de verlos a ellos tambien. Los tios estan dando buena cuenta de unos canutazos, fumo un poco y enseguida me dan un chinon para que fabrique otro, rechazo su invitacion porque voy de cabeza a las duchas. Los tipos van a cojer un taxi para cenar en la ciudad nueva, me ofrecen ir con ellos pero prefiero quedarme, hoy me quiero dar un homenaje en el restaurante que hay debajo del hotel, es un poco caro (a nivel Marruecos) pero ya he regateao un poco el precio con el portero, les digo que si me acompañan pero parece que no les mola la idea y quedamos en vernos despues.






Con el portero del restaurante




Antes de entrar a cenar, me siento un rato en la miniterraza del restaurante con el portero y con uno de los encargados del hotel. El portero es la caña, un cachondo mental, tiene alrededor de 60 años, lleva una chilaba bastante elegante y un gorrito rojo, no tiene otra obsesion mas que le hable de las chicas de España. El encargado del hotel me ofrece hachis, le digo que no quiero ya que aun me queda un trozo del que me dio Nabil, aun asi el tio me regala un poco para que lo pruebe.
El restaurante es un lujazo, arabe total, digno de un sultan, la decoracion es exquisita, paredes labradas en yeso, farolitos, almohadones, media luz, musiquita, en fin muy bonito y muy limpio, se nota que esta montado para turistas , aqui en Marruecos es un sitio caro, pero en España el precio seria como en un restaurante normal, con lo acostumbrados que estamos a que nos atraquen continuamente en los bares. En estos momentos solo hay dos mesas ocupadas por unos clientes franceses.
La carta incluye un menu con varios platos, pero me decanto por una ensaladita de tomate y de varios tipos de olivas y una pastela o pastilla de pollo. La pastela es el plato que mas me gusta de los que he probado en Marruecos, ya hable de el anteriormente, se trata de un pastel de carne, pollo o marisco, con una masa muy crujiente y de un sabor dulce y salado, realmente la que me sirvieron aqui era enorme y estaba deliciosa, acerte de pleno con mi decision. Para postre el camarero me recomienda una copa de chocolate a la naranja con datiles ¡para chuparse los dedos, oiga!, la cena me salio por 130 Dh con la propina (unos 11 Eu).





Rincones de la inmensa medina de Fez




De nuevo en el hotel, me acomodo en el balconcito que da a la calle y me hago un petardo, me siento como un general. A los diez minutos aparecen los cantabros y el venezolano, vienen un poco mosqueados porque han tenido una pequeña bronca con el taxista que los ha traido. Sacan la artilleria y rulan mas canutos, en un momento todo son risas y buen rollo, realmente son unos chavales estupendos y muy compartidores. Mientras estabamos en el balconcito, pudimos ver en el tejado de enfrente como aparece un abuelo de mas de 70 años armado de una paleta y una caldereta de cemento, el tio se pone a arreglar una pared haciendo equilibrio en el tejado y en plena noche, todos nos reimos con la escena, pero a la vez tambien estabamos preocupados por si se caia el abuelo.
Los cantabros y Diego el venezolano salen mañana para Meknes donde estaran dos dias y para despues no tienen nada planeado, de todos modos les indico la situacion del hotel Mimosa, por si deciden pasar por Marrakech. Despues de un buen rato nos despedimos y nos vamos a dormir, me da un poco de pena tener que separarme de ellos, son muy divertidos y muy buenos chavales, si no tuviese comprado el billete de tren para mañana a Marrakech es probable que me quedara en Meknes un dia con ellos, pero bueno otra vez sera.




Andamios de la restauracion de la medina.