sábado, 17 de julio de 2010

Marrakech

Como ya dije en la introduccion, mi primera impresion de la plaza Jemaa-El-Fna fue quedarme a cuadros. Aunque por supuesto no solo fue la plaza, sino todo en general, es sin lugar a dudas un cambio tan radical con España que es imposible quedar indiferente, ademas de ser un choque cultural fascinante.
La plaza en cuestion es gigantesca y debe de ser una de las mayores del mundo, eso si en cuestion de animacion estoy seguro que no hay ningun sitio en el planeta como este. Voy caminando alrededor de la plaza intentando asimilar donde estoy mientras me quito de encima a todo tipo de buscavidas, manguis y ganchos de hoteles y restaurantes. La plaza esta rodeada de restaurantes y cafes, las terrazas estan llenas de gente. Continuo mi paseo sin rumbo bajo un solate que no veas. Segun un mapa turistico que tengo de la ciudad, hay varios hoteles en una de las calles que parten de la plaza, despues de echar un ojo me decanto por el hotel "Mimosa". Cuando entro, me gusta a la primera, es bastante acogedor, el edificio esta construido alrededor de un patio donde estan todas las habitaciones, en el centro del patio hay una fuente en plan arabe, tiene dos pisos mas la terraza, donde se ve una panoramica de la ciudad y una vista excelente de la plaza. La decoracion es milyunanoches total, azulejos en todas las paredes y en las habitaciones, los techos y las partes altas de las paredes estan esculpidas en yeso con cientos de detalles complicados. En la recepcion hay un chico de unos veintitantos años bastante enrollao, que en dos minutos y en ingles me informacion de todo tipo sobre Marrakech, el precio es de 70 Dh por noche (unos 6 euros), reservo dos noches de momento, ya veremos que pasa despues.





Vista de la plaza Jemaa-el-Fna desde la terraza del hotel



Una vez ubicado me lanzo a la calle y me meto de cabeza en las estrechas calles de los diferentes zocos. Los zocos son las zonas donde los comerciantes compran y venden todo tipo de productos, los diferentes artesanos tambien tienen alli sus talleres de trabajo, por llamarle de alguna manera ya que la mayoria de las veces el taller se reduce a 5 o 6 m y el moro sentao en medio trabajando. Los diferentes zocos estan divididos, aunque conectados, en distintas zonas segun lo que se fabrica o lo que se vende. La especialidad de Marrakech es el cuero y la pieles, algo digno de ver es el zoco de los curtidores de pieles y los tintoreros. La gente vende, compra y fabrica de todo lo que te imagines como ceramica, especias, perfumes, ropa tradicional y primeras marcas falsificadas, animales, instrumentos musicales, maderas, especias, alimentacion en general etc, es una locura, siempre estan atestados de gente, ademas es un agobio continuo, con solo el echo de mirar algun producto el vendedor entiende que te interesa y no para de machacarte hasta que lo compras. No hay ningun precio fijo, todo se lleva al plano del regateo.




Puesto de datiles y otras hierbas en el zoco




Regatear en Marrakech es un estress total ya que no se habla casi nada en Español y lo tienes que hacer en una mezcla de Ingles, Frances e incluso Arabe, se regatea hasta en precios ridiculos. Lo mejor es usar gafas de sol asi el vendedor no sabe lo que estas mirando y si te entra (que es lo mas probable) lo mejor es deshacerse con un "la, chukrane", (no, gracias). Aun asi, esa tarde acabaron conmigo, compre un bolso de cuero y un chaleco, en los dias sucesivos fui aprendiendo a regatear y comprendi que esa compra la hubiese obtenido mucho mas barato que lo que pague y eso que el precio tampoco fue malo del todo.



Calles del zoco



Con todo y con eso esa primera experiencia en los zocos fue alucinante, los marroquies son simpaticos y amables, aunque la verdad es que esa amabilidad se basa en un trato comercial, por lo menos cuando te acaban de conocer, despues es otra cosa. Yo me enrrollaba con todos los vendedores y por supuesto a todos les decia que volveria por la tienda otro dia con mas dinero en el bolsillo.
Me perdi totalmente ya que la zona de los zocos y toda la Medina en general es un laberinto de callejuelas y callejones sin salida. Hay muchos puestos de comida, sobre todo de dulces, yo fui comprando un poco de cada cosa para probar y pase toda la tarde paseando, flipando con la gente y con el lugar, comiendo y disfrutando de unos sabores muy extraños y exoticos.



Tienda de olivas y demas



Me enrolle un rato con unos cuantos que estaban tomando te a la menta, me ofrecieron un vaso, despues les invite a otra tetera, vamos que me tome tres vasos en un momento. El te a la menta es la bebida nacional, en plan cachondeo tambien le dicen el guiski bereber. Es un te verde de buena calidad al que se le añade azucar y unas generosas hojas de menta. La preparacion es todo una ceremonia y no se limitan a hervir el agua y añadir las hojas, sino que lo pasan de una tetera a otra, cambian las hojas y añaden otras etc. Se toma a cualquier hora y en cualquier sitio y situacion, siempre esta presente, no se concibe una simple conversacion o encuentro sin un vaso de te a la menta y por la calle ves a cualquier hora camareros armados de bandejas con teteras y vasos, esta delicioso, y a mi, que no soy aficionado a las bebidas excitantes me afectaba un monton, los dos primeros dias, bebi te a saco y no habia manera de conciliar el sueño. A partir del tercer dia empeze a tomar el ultimo te del dia sobre las 4 o las 5 de la tarde.



Calles de la medina



En la medina de Marrakech hay un monton de mezquitas, estan por todas partes, algunas son grandes e importantes como como Bab Doukkala o la Mezquita el Mansour. No estan tan maqueadas como las iglesias catolicas pero se distinguen perfectamente por su minarete y los megafonos que sirven para llamar a la oracion, no se puede entrar a menos que seas musulman, es una pena porque a pesar de que los musulmanes no tienen imagenes ni ornamentacion, el interior es muy bonito, todo lleno de alfombras, arcos con columnas y las paredes y techos meticulosamente trabajadas en yeso y madera con frases del Coran.
Esa primera tarde en los zocos me quede flipado cuando por los estridentes megafonos llamaban a los fieles a la oracion, cuando menos te lo esperas, una voz en plan ultratumba empieza a repetir una frase en arabe, seguidamente arranca lo mismo en otra mezquita y poco a poco todas a la vez, en ese momento todo se paraliza un poco y muchos vendedores y gente de la calle se meten a las mezquitas a rezar, otros lo hacen donde les pilla, sacan la alfombra de campaña y cara a la Meca se arrodillan y ale que te pego, reza que te reza.
Los dias normales son cinco rezos al dia y el viernes todavia mas, ya que es el dia del rezos mas importantes.
Justo al lado de mi hotel hay tres mezquitas y una de ellas la Mezquita Quessabine es bastante importante. La primera noche, como dije antes no habia manera de dormir por culpa del te y a las 4 y pico de la mañana cuando ya casi lo tenia conseguido, en el momento ese que estas dormido pero todavia estas despierto, empiezaron las llamadas a las mezquitas, yo me lleve un susto de muerte, ya que no sabia lo que estaba pasando, el hotel al tener patio amplificaba de manera natural el sonido, yo estaba acojonado, al estar medio dormido creia que era una manada de camellos que estaban en el patio del hotel o algo asi.
La llamada se prolonga 10 o 15 minutos, es algo impensable que por la noche haya rezo, pero tambien te acostumbras, de echo los ultimos dias ya me era agradable, me gustaba despertarme con la llamada y volverme a dormir.



Mezquita Quessabine en la plaza Jemaa-el-Fnaa



Volviendo a los zocos, los puestos de ventas son alucinantes, muy llamativos, tienen un colorido y unos olores unicos, todo esta cuidadosamente ordenado y algunos puestos como los de las especias, son la leche, los montones de especias aparecen perfectamente colocados en forma de pequeñas montañitas, aunque tambien he de hacer notar que por algunos sitios esta muy sucio e incluso hay montones de mierda acumulada. Algunas tiendas son todo un espectaculo, tienen cosas increibles, es una pena que los vendedores agobien tanto ya que uno querria ver un poco mas tranquilamente las cosas, pero nada, no te dejan en paz en ningun momento y te intentan vender hasta lo que no quieres comprar. En la plaza de las especias hay algunas tiendas de medicina natural donde tienen remedios practicamente para todo a base de hierbas, raices, piedras, palos, polvos y un sin fin de cosas, los vendedores son muy cultos y te lo explican todo muy detalladamente. En una de esas tiendas conoci a Amed, un barbero que se ofrecio a afeitarme a navaja en su barberia, fue toda una experiencia, despues compartimos un te a la menta alli mismo. En los dias sucesivos fui siempre a las barberias a afeitarme, es algo tipico entre los hombres, ademas ellos toman la barberia como punto de encuentro para charlar un rato.


Carrillos para el transporte de mercancias por los zocos



No sin trabajo, porque me perdi totalmente en el laberinto de calles, regreso de nuevo a la plaza Jemaa-el-Fna. Si por el dia habia animacion, por la noche ni te cuento. Todo Marrakech acude a diario a la plaza al anochecer, hasta las doce de la noche mas o menos. La plaza se transforma entonces en una especie de gran teatro al aire libre. Toda la animacion y los puestos ambulantes de ventas del dia permanece, eso si, menos los encantadores de serpientes y los adriestradores de monos, que solo los encuentras de dia, pero aparecen los equilibristas, comicos, adivinos, monologos, otros organizan pequeños concursos de lo que sea, pesca de botellas de cocacola, combates de boxeo con apuestas y todo, minigolf, bolos, tatuadoras de jena etc etc y lo mas importante, los musicos. Estos traen a la plaza unos faroles tipo campingas, enormes teteras y bancos para que se siente la peña, el publico se agolpa y da palmas alrededor de ellos que no paran de tocar ritmos tradicionales marroquies, cuando terminan una cancion la gente les echa monedas y billetes, es una locura por que hay grupos de musicos a saco y la algarabia que se forma es terrible, lo mejor es no hacer fotos ya que si no se mosquean e incluso se ponen agresivos si no les das unos cuantos Dirhams.
En medio de la plaza tambien se montan a diario unos restaurantes portatiles de lo mas curioso, donde puedes comer cualquier especialidad marroqui a un precio asequible, mas o menos por unos 60 Dh (5 eu y algo) comes de categoria, los ganchos siempre te intentan liar de que el suyo es el numero uno y el que tiene mejor precio. Algunos de los restaurantes son solamente de caracoles, los cocinan alli mismo en unas perolas enormes. En general es un inmenso escenario donde puedes disfrutar de una rica animacion, calida y casi siempre amistosa.




Tienda de especias

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