sábado, 2 de octubre de 2010

La ciudad de Fez

Estoy contento de estar en Fes. Doy una vueltecita por los alrededores del hotel voy a un minigarito de clientes marroquies a cenar, el tio del bar se enrolla conmigo y me hace un combinado de varias cosas en el mismo plato, tomo tambien un yogurt de postre. Los yogures en Marruecos son deliciosos, son caseros y no tienen nada que ver con los envasados que comemos habitualmente en España. Con una cocacola y la propina me sale a pagar 30 Dh (no llega a tres eu). Doy un paseo sin prisa pero es imposible hacerlo en paz, mientras voy andando esquivo a miles de buscavidas, comerciantes, vendedores de hachis y ganchos de restaurantes. En una esquina hay un puesto ambulante de garbanzos cocinados como una especie de potaje, el tio se monta el chiringuito y alli mismo cocina los garbanzos en una gran perola, la gente se los come en unos platitos alrededor del puesto, como si fuera una hamburgueseria de la feria.
Nada mas entrar al hotel y subir al primer piso, me da el olor de hachis descaradamente, en el bar de la terraza hay tambien gente fumando, salgo al balconcito que da a la placita, donde caben dos mesitas, y hay tres tipos fumando tambien a saco, creo que son guiris, la verdad es que me apetece fumar, pero de momento no conozco a nadie y me da un poco de palo entrar a esa gente, asique contengo las ganas y voy a mi habitacion. Frente a ella hay un amplio rellano donde en ese momento hay dos tipos arrodillados rezando, procuro entrar sin hacer ruido y me quedo en la habitacion leyendo hasta quedar dormido.





Puertas de Fez-El Jadida




A la mañana siguiente salgo del hotel bien temprano dispuesto a explorar la medina, esta hora es la que mas me gusta del dia, la ciudad empieza a cobrar vida, algunos comerciantes empiezan a abrir las tiendecitas y sacar los productos a la calle, hay muy poca gente en la calle, es ideal para adentrarse y perderse tranquilamente en las calles de la medina. En algunas esquinas suele haber a estas horas unos puestecitos donde cocinan en una plancha una masa hecha con harina, el sabor es parecido a la masa de los crepes, pero es mucho mas gorda y grande, te la venden a peso y en algunos puestos te echan mermelada o queso, es ideal para desayunar. Compre una buena porcion y me sente en un cafe a comermelo acompañado de un delicioso te a la menta.






Calles de la medina con las puertas de los comercios cerradas





Me lance entonces de cabeza a la medina, pensando que iba a pasear tranquilamente y sin agobios, pues no, incluso tan temprano hay cansinos dispuestos a agobiarte y a estropearte el paseo. La verdad es que un buen guia no viene mal si no fuera por que los falsos guias y tambien algunos oficiales no tienen otra obsesion de llevarte a las tiendas de sus amigos donde tienen comision, de todos modos me gusta ir a mi bola. Me adentro en la medina por la calle que anduve ayer y me doy cuenta gracias a un mapa que la medina es gigantesca y muy interesante, verdadero laberinto de callejuelas, pasajes, pasillos, escaleras y pequeños patios donde en ocasiones la luz del sol no puede penetrar, concretamente hay mas de 9000 callejuelas, de las cuales solo hay dos que cruzan la medina de pe a pa, pero que te las ves muy mal para seguirlas sin perderte porque a veces se bifurcan, ademas son muy agobiantes por que siempre estan repletas de gente y en el punto mas ancho tendran unos tres metros. No puedo evitar una sensacion de claustrofobia o algo asi. Hay algunos paneles señalando dos itinerarios que te llevan por los diferentes zocos o siguiendo los monumentos, pero es imposible seguirlos sin perderse, asique desisto y voy a mi bola. No hace falta decir que el olor a hachis en estas callejuelas es continuo aunque sea tan temprano.
LLego entonces al corazon de la medina donde esta la maravillosa mezquita Qaraouiyine, que en el pasado albergaba la mayor universidad del Islam. Tiene el minarete mas antiguo del mundo musulman y realmente es una verdadera belleza, desgraciadamente para los no musulmanes es imposible visitarla, pero permaneci un buen rato en los alrededores y a traves de una puerta abierta pude ver una increible fuente rodeada de mosaicos en un patio embaldosado de marmol, muy parecido al patio de los Leones de la Alhambra.





La puerta de un colegio




Me pierdo totalmente y poco a poco la medina se llena de gente, a pesar de que me habia propuesto pasar buena parte del dia aqui dentro, noto que tengo que salir, me siento como encerrado. Despues de andar un buen rato y a paso decidido para evitar a los buscavidas, consigo salir del laberinto y llego a una calle grande que esta en obras, respiro tranquilo porque ya tengo algo de amplitud. Hay un mercado en una calle paralela, lo raro esque esta muy por debajo del nivel de la calle ancha, es como si bajaras y te metieras en un tunel, por supuesto voy de cabeza ahi abajo. El mercado es principalmente de frutas, verduras y productos del campo en general, lo triste del tema es que hay mierda por un tubo y desperdicios por el suelo, ademas es un sitio extraño, los puestos aparecen por cualquier sitio, es otro laberinto dentro del gran laberinto. Ya completamente fuera de la medina me tomo un te en una terraza y acto seguido monto en un bus que esta aparcado y a punto de salir. Por descontado que el bus va a la ciudad nueva ya que en la medina es imposible que circule un autobus. Me informan que tambien tiene parada en la estacion de tren, asique me bajo en la puerta de la estacion. Mi intencion es comprar un billete a Tanger y visitar a un amigo que tengo alli y regresar a Marrakech en el tren nocturno. Necesito bastante informacion y en las taquillas no hay nadie que hable algo de Ingles. Los empleados son muy amables y enseguida avisan a un compañero que si lo habla y me explica que salle un nocturno a Tanger a las 3 de la mañana, pero que el nocturno de Tanger a Marrakech no es de diario, asique se me rompen un poco los planes porque ya me quedan muy pocos dias y quiero pasar al menos una noche mas en Marrakech. Me siento un poco acelerado por culpa del te que me tome hace un rato asique no decido nada, le digo al tio que volvere en un rato y salgo a pasear un poco a ver si me tranquilizo. Necesito encontrar un locutorio para acceder a internet y controlar todos los horarios de trenes y autobuses, pregunto a un vendedor de baratijas si sabe donde hay uno, el tipo me indica uno cercano, lleva un porro enorme en la boca y de paso le pregunto si me podia vender algo de hachis, se rie y me dice que no pero que un amigo suyo vende y si me espero un poco aparecera, paso de todo y voy para el locutorio.






Avenida que va de la ciudad nueva a Fez-El-Jadida







Marruecos no tiene una gran infraestructura de carreteras y de vias de tren, debido a que es un pais en desarrollo y a su complicada geografia asique hay que adaptarse a lo que hay, por esa razon y para evitar perdidas de tiempo decido regresar a Marrakech de nuevo en el tren directo que sale de Fez a las 9 horas y que llega a Marrakech a las 16, por tanto hare dos noches en Marrakech y el tercer dia cogere el vuelo a Madrid a las 11 de la mañana. Compro un billete en primera para el tren de pasado mañana (primera es como segunda en España, asique segunda ni te cuento) no recuerdo con exactitud pero creo que me costo unos 230 Dh (unos 21 Eu). En la puerta de la estacion me encuentro a la pareja de suizos, dos de los amigos con los tuve ocasion de viajar al desierto de Merzouga, se alegran mucho de verme y conversamos un poco, van a Casablanca a coger en vuelo que los llevara de nuevo a Ginebra, su ciudad.
Ya mas tranquilo y con los planes echos decido volver andando y aprovecho para visitar por fuera los palacios reales que tiene el rey en Fez-el-Jadida (digo por fuera porque no se pueden visitar por dentro), viendo la cosa desde fuera, no puedo ni siquiera imaginar las maravillas que debe de haber dentro. Otro edificio digno de admirar es el ayuntamiento de Fez, el cual tambien hay que verlo por fuera.






Ayuntamiento de Fez




Se me pegan en ese momento dos buscavidas y me enseñan un pedrolo de hachis en plena calle, uno de ellos habla Español, le digo que me venda un poco para probarlo y me dice que solo venden grandes cantidades a los turistas que se quieren llevar, no me dan muy buena espina ya que estamos cerca de los palacios y hay policia merodeando, asique no sin trabajo me los quito de encima.
Me meto en una zona de puestos y comercios (en realidad hay puestos y tiendas por todos los lados, pero hay sitios como este en los que todavia hay mas concentracion). A mi lado pasa un hombre empujando a un enorme carro cargado de mandarinas, lo paro y le digo que quiero comprar, no hay manera humana de entendernos y en ese momento aparece un tio de unos treintaypocos años vestido con una elegante chilaba negra que se ofrece como traductor, estudia Español y tambien habla Ingles perfectamente. Compro las naranjas y se lo agradezco, como buen marroqui se ofrece a llevarme a una cooperativa donde su padre vende productos de artesania, le digo que estoy cansado de tanta tienda y lo que me apetece es fumar un poco de hachis tranquilamente, me propone comprar algo y fumar en un bar de marroquies donde no hay ningun peligro, el tipo me inspira confianza asique acepto su proposicion.





Puerta a los zocos del barrio judio




Caminamos y caminamos por un laberinto de callejuelas en plena Mellah (antiguo barrio judio) y a un paso que me costaba seguirlo, entramos a un edificio y subimos por una estrecha escalera, aparecemos en un bar en la terraza cubierta de una azotea. El sitio es de mi estilo, es como un chill out marroqui, me gusta a la primera, decoracion Arabe con yeso labrado, cojines para sentarse y alfombras en las paredes, hay una pequeña barra y tambien hay cocina. Los clientes son exclusivamente marroquies, algunos comen, toman te, otros miran la tele y casi todos estan fumando hachis despreocupadamente, hay una nube de humo continua flotando en el ambiente. Pedimos unas cocacolas y mi amigo se pira a comprar un poco de costo. A su regreso fumamos dos canutos de un hachis excelente, creo que nunca he probado algo tan bueno. Mi amigo se llama Nabil, es hijo de un comerciante, el cual esta asociado a una cooperativa de artesanos. A pesar de que estudia Español, no lo habla muy bien y tenemos que recurrir al Ingles casi todo e tiempo. Nabil es bastante culto y educado, es una metralleta hablando sobre Fez y la historia de Marruecos en general, yo entre el hachis y el chapurreo de idiomas que llevamos, me entero de la mitad, pero reconozco que estaba muy a gusto. Hablamos de la religion musulmana, de la invasion Arabe de España, de como se establecieron los musulmanes andaluces en Marruecos despues de su expulsion de Granada, de la Alhambra, de las mujeres marroquies, de las plantaciones de Marihuana del Rif, del Atlas, del desierto, de la monarquia marroqui, ademas me cuenta sobre su vida personal y mas y mas. Hablamos tambien del barrio judio en que nos encontramos y se ofrece a darme un pequeño tour y acabar en la cooperativa a la que pertenece su padre, esta claro que no voy a poder escapar de ver la cooperativa de artesanos.
Nos perdemos en las calles del antiguo barrio judio. Visitamos algunas de las casas mas emblematicas, la sinagoga y el cementerio. Nabil es un verdadero guia y tiene una palabreria que no veas, conoce el barrio al dedillo y ademas endulza sus explicaciones con historias y leyendas. He de reconocer que hago un importante esfuerzo mental para poder entender lo que dice y un esfuerzo fisico bastante cañero para poder seguir el paso tan rapido que lleva.
Nos metemos en un edificio que es una especie de centro comercial de la artesania marroqui, es la cooperativa de artesania que me hablaba anteriormente y a la cual pertenece su familia. El edificio es muy antiguo y es un laberinto en toda regla de pequeñas habitaciones y salas repletas de todo tipo de artesania marroqui, las estancias se comunican unas con otras por pasillos y escaleras. Subimos por una estrecha escalera y salimos a una terraza donde hay una vista pivilegiada de un inmenso jardin de palmeras en pleno barrio, el lugar es paradisiaco y se respira una calma total, para rizar el rizo se escucha el agradable sonido de una flauta a lo lejos. La terracita esta repleta de piezas de ceramica de todo tipo y en otra terraza superior hay una familia de americanos sentados en el suelo sobre unos cojines a los cuales les estan haciendo un exibicion de alfombras. La verdad es que el lugar es relajante y acogedor.




Vista desde la terracita de la cooperativa



Nabil me ofrece que nos sentemos y fumamos otro cigarro de hachis mientras disfrutamos de la vista, le digo que no quiero fumar mas, el no insiste pero me da un trozo del hachis del que habia comprado, le digo que no lo quiero, ya que solo queria fumar un poco y no quiero quedarme nada, pero el se empeña en darmelo. Me pide 50 Dh por el costo, se los doy y agrego 20 mas de propina por el pequeño tour que hemos dado por el barrio.
Le digo a Nabil que me apetece volver al hotel, el se empeña que me espere ya que no puedo abandonar la cooperativa sin ver las maravillosas alfombras que se fabrican y venden alli, la verdad es que acepte quedarme un rato mas por respeto ya que Nabil se habia portado bien y yo tampoco queria irme con prisas.



Pura artesania en la cooperativa de Nabil

1 comentario:

Roberto dijo...

Pedazo de relato!

Muchas gracias por tu experiencia!