viernes, 12 de noviembre de 2010

Adios a Fes y regreso a Marrakech

Siempre madrugo bastante pero hoy todavia me levanto mas pronto concretamente esta amaneciendo. Sin adentrarme mucho doy un ultimo paseito mochila al hombro por la increible e imposible medina de Fez. Es una gozada por que las callejuelas estan practicamente desiertas y las pocas personas que pasan no tienen ganas de agobiar a nadie tan pronto. Salgo del laberinto y cojo un taxi a la estacion de tren. Como sigue siendo un poco pronto aprovecho para desayunar. Lo hago en un bareto cercano a la estacion, me gusta mucho desayunar en este tipo de bareto, te pides un te a la menta y un buen trozo de una masa con harina a la que añaden mermelada, esta delicioso y te llena un monton, ademas siempre hay algun marroqui sorprendido que te pregunta de donde eres y con el que siempre hablas un poco.






7.00 Am. La placita que sirve de entrada a la medina de Fes, a la derecha el hotel Cascade, donde me aloje.




El tren parte a las nueve en punto, totalmente puntual. Yo tengo billete en primera aunque primera en Marruecos es como segunda en España. Los asientos estan numerados y no hay nadie en mi compartimento. Media hora despues hacemos una paradita y una mujer de unos treinta y pocos años y muy guapa se sienta enfrente mio, lleva un vestido negro que le cubre desde la cabeza a los tobillos, solo se le ven los ojos, nariz y boca. La saludo en Arabe y me contesta timidamente y muy bajito, creo que va a ser casi imposible la comunicacion, tiene pinta de estar casada y seguro que no intentara hablar conmigo ni de coña. A los diez minutos de viaje la tia levanta los reposabrazos, se descalza y se acuesta sobre los tres asientos, saca una mantita del bolso y se cubre la cara con ella, tumbada como estaba todavia se estira la saya para que no se le vean los tobillos. La verdad es que la tronca ha tenido buena idea y hago lo mismo que ella en los asientos de enfrente. Me dormi durante un rato, hasta que entraron al compartimento dos nuevos pasajeros, ambos rondaran los cuarenta y tantos, tienen pinta de ser amigos, pero aparentemente uno es todo lo contrario del otro. Uno de ellos viste un traje muy elegante, va cargado de joyas, es regordete y con bigotito, usa un perfume muy fuerte, es muy serio y habla muy calmadamente, tiene pinta de ser un rico empresario o algo asi, por el contrario el otro lleva chandal, es bastante oscuro de piel, tiene cara de chiste, no para de hablar y de reirse, yo creo que se ha fumao un castaño antes de subir al tren, tiene pinta de marrano, lo primero que hizo fue tumbarse, quitarse las zapatillas y dejar un cante por soleares en el compartimento que no veas, menos mal que con el superperfume del otro la cosa se calmaba.
Poco a poco pasaron las horas y llegamos a Marrakech, increiblemente y pese a que estamos en Marruecos el tren llega puntual, nada mas que siete horitas metido en el compartimento, por mi parte doy un diez en todo a las lineas lineas ferroviarias marroquies.





Hay que imaginarsela



Cuando me apee del tren y pise de nuevo Marrakech me senti feliz y contento, fue como si hubiese llegado a casa, aunque en cierto modo es asi ya que Marrakech fue mi base de operaciones. Agarro un petit-taxi y voy de cabeza a la plaza Jemaa-el-Fna. Mientras iba en el tren habia pensado buscar otro hotel diferente, no porque en el Mimosa estuviese a disgusto, todo lo contrario, sino por cambiar y probar otras cosas, asique entro en el hotel Ali, el sitio es de bastante mas categoria que el Mimosa, situado en la misma plaza, estaba totalmente completo, cerca de este hay otro mas e igualmente esta lleno, pero el gerente me indica otro hotel cercano, esta situado en una de las calles del laberinto de la medina, en esa misma calle hay tres hoteles mas, no me gusta mucho el lugar, de todos modos entro y si que tienen una habitacion libre para mi, pero cuando me la enseñan no me gusta mucho y prefiero volver al Mimosa. Cuando llego alli el encargado me recibe con un abrazo, la verdad es que solo por eso ya valio la pena regresar.





Mezquita en la ciudad nueva de Fes, cerca de la estacion de tren.






Me acomodo y salgo para la calle con intencion de hacer unas compras en la farmacia-herbolario de Kalid, un tipo al que conoci dias antes y con el que inicie una pequeña amistad, a pesar de que he visitado algun herbolario mas, me gustaria hacerle las compras a el. El tipo se alegra de verme y nos sentamos a conversar un poco. Luego de relatarle un poco los lugares en los que estuve, le digo las cosas que me gustaria que me preparase, que es lo siguiente: unos doscientos gramos de ginseng, un preparado generoso de hierbas mezcladas para el estres y la ansiedad, dos piedras perfumadas de ambar, algunas especias, aceite para masaje, perfume natural de mujer, jabon de argan y una buena bolsa de te, el tio lo prepara todo y me suelta que le debo 1150 Dh (un poco mas de cien eu) me quedo a cuadros, de repente tengo la sensacion de que Kalid me esta tangando descaradamente, le digo que no puede ser ya que todo eso lo he visto por ahi mucho mas barato, empieza a soltar el rollo de que seguro que no son productos autenticos como los suyos y todo eso, despues del regateo el precio se queda en 800 Dh, sigue siendo carisimo, para quedar bien le digo que no llevo suficiente dinero y que mañana volvere con todo el importe, me pide 100 Dh a cuenta pero no le doy ni un duro y le digo que no se preocupe que pasare a lo largo del dia. Salgo pitando por la puerta con intencion de no volver por alli ni de broma y asegurandome que nadie me sigue, por que en un momento dado este tio se presenta en el hotel con la compra. Una vez mas se cumple el dicho de la avaricia rompe el saco, Kalid metio la pata al intentar tangarme, podia haberme cobrado un poco mas de lo normal y no hubiera pasado nada, pero no seis o siete veces mas, el engaño era demasiado evidente y el fue el que perdio la jugada.





Pieles en el zoco de Marrakech






Apetece un monton tomar una cervecita pero ya tengo aceptado completamente que no hay, la verdad es que cuesta imaginar un mundo sin alcohol, pero he de confesar que sin alcohol se funciona de maravilla. El motivo principal de que los musulmanes no beban nada de alcohol no es porque este prohibido por que en realidad no lo esta, lo que pasa es que no venden por que la gente no lo bebe y ademas porque esta mal visto. La cosa tiene que ver un poco con la religion aunque no totalmente de echo ya relate que en El-Jadida estuve tomando birra tranquilamente en un bar, al igual que el resto de clientes. Tuve una gran conversacion con un comerciante que me explico que la religion musulmana es muy preventiva para evitar problemas y el alcohol es la causa de muchos. Este hombre me contaba cargado de razon que el alcohol no tiene ningun beneficio para el cuerpo y ademas degrada al la persona. Cuando uno bebe deja de ser el mismo, te invade una falsa alegria y uno hace cosas que nunca haria sin haber ingerido alcohol, uno se cree mas fuerte y seguro, a veces aumentas la chuleria y llegas a las peleas e incluso puedes llegar a matar a otra persona. Por eso para evitar problemas lo mejor es no beber ni una gota me decia ese hombre. Yo pienso que no hay que ser tan radical pero tambien reconozco que siempre se quiere mas y al final uno la caga. De momento un saco cemento, es lo que hay.





Rincon de la plaza Jemaa-el-Fnaa






Doy un pequeño rodeo antes de ir a cenar y despues de hacerlo me mezclo en la multitud y el ajetreo maravilloso de la plaza Jemaa-el-Fna. La plaza me apasiona, es otro mundo. Como cada noche el lugar se llena de artistas de todo tipo y de un publico deseoso de disfrutar del espectaculo. A estas horas la plaza esta en pleno apogeo, los chiringuitos de comida estan a parir de gente, los musicos es el plato fuerte del gran espectaculo, hacen su particular actuacion rodeados de gente dando palmas y cantando, se esta preparando una pelea de boxeo y la gente hace sus apuestas, una pitonisa ofrece leerte el futuro en su bola de cristal al lado de una echadora de cartas, acrobatas y comicos hacen su numero muy cerca de un tio que ha montado un paripe de pesca de botellas de fanta y cocacola, tambien las tatuadoras de henna ofrecen sus servicios y hay vendedores ambulantes de te y de cigarrillos sueltos, hay tambien vendedores clandestinos de hachis y tabaco, otro tipo ha montado un juego de bolos, un contorsionista se hace un nudo asi mismo y un tio en calzoncillos que da volteretas y que no para de vocear tiene a un publico intrigado alrededor suyo, en fin hay de todo, realmente es un autentico circo al aire libre, donde se disfruta en armonia, aunque como es natural hay que estar al loro con los chorizos y buscavidas.






Pesca de cocacolas en la plaza Jemaa-el-Fnaa





Ya en el hotel, subo a la terraza y miro la plaza desde ella, aprovecho el momento para fumarme la ultima china de hachis que me queda y no puedo evitar echar de menos a los amigos de Cantabria y a Diego el venezolano. Mañana aprovechare el dia para hacer las compras, sera mi ultimo dia completo en Marruecos y pasado mañana cojere el vuelo a Madrid.

Por la mañana salgo a la calle con intencion de visitar la parte sur de la medina, en el barrio de la Kasba, mi objetivo es visitar algunos de los puntos turisticos que todavia me quedan por ver, ademas hare en esa zona las compras de regalos para la familia y todo eso. Me adentro en las callejuelas observo otro ambiente diferente que en la parte de los zocos, aqui el ambiente es mas marroqui, es un mercado interminable donde puedes encontrar cualquier cosa, apenas hay turistas y la mayoria de los puestos estan orientados para el consumo local por lo que todo es bastante mas barato y los comerciantes no son tan descaraos como en la parte de la medina donde abundan los turistas. Hablo con algunos comerciantes para tantear precios y les prometo volver a sus tiendas despues de visitar el palacio de la Bahia, cosa que esta vez si pensaba hacer.




Zocos de Marrakech




El palacio de la bahia es otro de los lugares que uno no debe de perderse en su visita a Marrakech, esta formado por un conjunto de casas que el visir Ba Amhmed fue adquiriendo poco a poco y que convirtio en un palacio. Fue construido a principios del siglo pasado. El conjunto es una obra maestra del arte marroqui, amplias habitaciones y patios floridos ocupan una superficie de 8 ha. En su inmenso patio central se celebraban fiestas que duraban varios dias y a las que asistian altos cargos del mundo arabe y tambien de Europa y en donde es de suponer que no faltaba de nada.





Patio del palacio Bahia

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vale tio al año que viene voy a Marruecos