domingo, 25 de abril de 2010

Esztergon-Budapest

31-10-08

Me desperte muy temprano, pero a pesar de eso algunos de mis compañeros de habitacion ya se han levantado aunque en la cama de al lado dos chicas americanas acostadas en la misma cama, dormian a pierna suelta. El desayuno se servia a las ocho, todavia era algo temprano asi que sali a dar una vuelta. A pesar de ser tan temprano la ciudad esta en plena ebullicion, acaba de amanecer y hay un dia muy soleado, ni rastro de la lluvia de ayer. Paso por casualidad por el antiguo barrio judio y me tropiezo con la sinagoga en activo mas grande de Europa, me topo con dos chavales vestidos de negro con sus barbas, patillas y sombreritos a lo judio, entrando a la sinagoga, al lado de esta tambien se encuentra el museo Judio-Hungaro, donde se relata entre otras cosas el calvario que sufrieron los judios de Budapest en al SGM.




Puerta principal de la gigantesca sinagoga



Vuelvo al hostel a desayunar, mientras lo hago converso un rato con unas chicas argentinas que viven en Alemania, tambien estan viajando y esta tarde salen en autobus para Sofia, la capital de Bulgaria.
De nuevo en la calle, me dirijo a recorrer de pe a pa la famosa avenida Andrassy, la cual ya de por si es patrimonio de la humanidad por los deslumbrantes edificios construidos a lo largo de ella, en el centro tiene un paseo peatonal con muchos arboles, tambien corre por debajo, la linea de tren mas antigua de Europa, con sus pintorescas estaciones que siguen igual despues de 130 años, incluso los revisores y el personal que trabaja alli, visten de igual forma que entonces, por el tema turistico, claro. A parte de los magnificos edificios bicentenarios, tambien se encuentra la opera y varios museos, entre ellos el museo del terror, donde se pueden contemplar todo tipo de objetos, estatuas, vehiculos, armas, cachibaches, motivos comunistas y propaganda de la epoca de la dominacion sovietica, en este pais los rusos hicieron estragos y les tienen un odio terrible.
El paseo por la avenida Andrassy culmina en la Plaza de los Heroes, en el centro de la inmensa plaza se alza el Memorial del Milenio, colosal monumento con muchisimas estatuas de lideres, reyes y guerreros de gran relevancia en la historia de Hungria, la plaza tambien da acceso a un inmenso y agradable jardin, donde hay un lago con multitud de patos, zoologico, varios chiringuitos y restaurantes, en general un sitio ideal para ir en familia.




Monumento en el centro de la plaza de los Heroes



Andando andando me topo con la estacion de tren Nyugati, no es tan grande como la estacion Keleti, pero no desmerece nada en belleza y antiguedad. En la oficina de turismo de la estacion me informan sobre una pequeña ciudad a una hora y media de tren de Budapest, llamada Esztergon, fue la capital de Hungria en la antiguedad. Ni corto ni perezoso, controlo los horarios y agarro un tren para alla. Hay un control riguroso sobre los billetes de los viajeros, vamos que es practicamente imposible colarse en los trenes hungaros, para acceder a las vias, aunque sean de cercanias, pasas un control de billetes, despues en el tren te lo vuelven a controlar y al bajar debes de pasar otro control, es una simple observacion porque al tener el Global-pass puedo viajar en cualquier tren sin ningun problema.
Cuando llego a Esztergon, cojo un bus para el centro, el autobus tiene cincuenta años por lo menos, hay un pasajero con dos gallinas y otro con su perro, el conductor esta fumando y tiene un enorme ventilador clavado en el suelo que le da de lleno y con un ruido que no veas. El ambiente me gusta, hay unas señoras mayores a mi lado que no me quitan ojo. El autobus da unas vueltas muy raras y pierdo la orientacion, cuando me bajo tengo que andar bastante hasta el centro, a pesar de haber pasado por alli minutos antes.




Estacion de tren de Esztergon



Esztergon fue hace mil años la sede real hungara, por tanto una ciudad con un pasado importante, sus calles y majestuosos edificios siguen ahi para recordarlo. Doy un paseo por esas calles empedradas del centro y entro en un restaurante para comer, esta regentado por una familia china, aunque tambien se sirve comida hungara, es tipo autoservicio asi que le digo a la chica que me haga un mix de varias cosas, todo es muy sabroso y abundante, me pego la comida padre regada con una enorme cerveza y cafe, pago apenas siete euros al cambio.




En la plaza principal de Esztergon




Visito despues la basilica de San Esteban a orillas del Danubio, parece ser que esta fue su ciudad natal. No me da tiempo para mucho mas y decido volver andando a la estacion.




Basilica de San Esteban



Cuando regreso a Budapest, ya a anochecido, en la puerta de la estacion hay un tio rodeado de docenas de copas de agua a medio llenar, el tipo les hace sonar acariciando los bordes, las copas producen un sonido muy agradable y cada una dependiendo de la cantidad de agua que contenga, produce un sonido distinto, esta tocando una pieza clasica a la perfeccion, es un verdadero maestro.
Despues de escuchar este improvisado concierto me dirijo al hostel a buscar mis cosas ya que debo instalarme en otro albergue. Por el camino tomo una cerveza, por cierto la birra de medio litro en las tiendas 24 horas cuesta 210 Florines (85 centimos, un Euro son 268). Al llegar al hostel decido tomar el ascensor para subir, estoy un poco cansado y aun me queda otra caminata con mochila a la espalda. El ascensor es igual de tenebroso y antiguo que la escalera, abres una puerta grande y despues las dos hojas pequeñas que estan en el habitaculo, cuando entras da la impresion que se va a caer en cualquier momento, pulso el boton del ultimo piso, se pone en marcha y cuando llevo unos segundos de viaje el trasto se para entre piso y piso, me quedo flipao, parece de peli de terror total, me entra panico y empiezo como un loco a dar ostias a la puerta y pidiendo ayuda, creo que sufri un pequeño ataque de claustrofobia o algo asi. Un poco mas calmado abro las puertas pequeñas interiores con intencion de intentar abrir la grande de fuera y saltar al piso, pero parece que no se abre hasta que el trasto no se para correctamente en su piso, cuando cierro las puertas pequeñas, el ascensor vuelve a ponerse en marcha, joder que susto, la cosa era que las hojas pequeñas no las habia cerrado bien y el ascensor se habia bloqueado. Recojo mi mochila y salgo pitando por la escalera, cuando llego abajo veo a dos japonesas que tambien estan en el hostel subiendo al ascensor, por cierto no me gustan mucho, van a su bola, ayer intente hablar con una y paso totalmente de mi, es algo raro tratandose de gente de Japon, ya que siempre suelen ser muy amables y simpaticos.




Vista nocturna del castillo



El otro hostel esta al lado del rio, en una calle peatonal repleta de tiendas de artesania, de recuerdos y restaurantes tipicos en plan rollo turista. El hostel en cuestion no se ve mal, es mucho mas grande que el otro, tiene dos plantas y bar en el sotano. Me instalo en una habitacion, con dos franceses, dos chicas holandesas, una coreana y un chico hungaro. Los franceses me caen mal en el acto, hablo un poco con ellos y noto que son muy pijos, son aficionados a la musica clasica, han venido a Budapest por los conciertos que se celebran continuamente, la coreana no dice nada solo nos mira y se rie y los otros no estan.
Bajo al bar y conozco unos chicos la mar de enrollados de Uruguay, me siento con ellos un rato. Tambien estan en el Euro rail y se dirigen a Grecia, nos damos mutuamente un monton de consejos sobre trenes y destinos y me sugieren que no suba al metro en Budapest, los billetes solo valen para un viaje y si cambias de linea tienes que volver a pagar, es una especie de trampa para turistas despistados, el personal esta al loro para cazarte y ponerte una multa, igual que les sucedio a ellos.
Doy un paseo antes de cenar en una pizzeria, despues me siento en un muro tipo a contemplar el impresionante rio Danubio.
Es viernes 31 de octubre, vispera de todos los santos. Aqui en Hungria desgraciadamente tambien se han pasado a la moda americana de Hallowen, desde aqui observo a un monton de gente joven disfrazada de brujas, vampiros y personajes de terror, accediendo por una pasarela a un barco-discoteca.
Cuando regreso a la habitacion conozco a las holandesas, son muy simpaticas, por supuesto son un par de rubiazas y se estan arreglando para ir de fiesta, tienen muy buena pinta y se nota que son bastante peligrosas. Horas despues las oigo cuando regresan completamente bolingas.




Linea de tranvia al lado del Danubio

sábado, 17 de abril de 2010

Bratislava-Budapest

30-10-08



Me levanto sobre las ocho de la mañana y a pesar de haber tenido la habitacion para mi solo dormi fatal, uno no sabe que es mejor, si la tranquilidad o el alboroto. Antes de abandonar el hostel, me encuentro con la tortillera flaca argentina, la tronca ya estaba conectada a su ordenador, no me molesto en saludarla y salgo, mochila a la espalda, a la calle.




Entrada al tenebroso patio donde estaba el hostel



De camino esta vez a la estacion principal situada, digamos, en la zona rusa. Entro en un supermercado para comprar algo de desayuno. A pesar de que los precios estan en coronas y en euros la chica se horroriza cuando me acerco a la caja con la compra y le doy un billete de cinco para pagar. No los acepta bajo ningun concepto, le intento decir que estan obligados a aceptarlos y que ayer no tuve ningun problema pagando en euros, pero no hubo nada que hacer. Salgo del super un poco mosqueado y continuo mi camino. Ya cerca de la estacion me paro en un puesto ambulante de bollos y pasteles caseros, tienen una pinta importante, la dependienta es una señora mayor que probablemente haya elaborado los dulces en su casa y los esta vendiendo para buscarse la vida, le hago entender que quiero una mezcla de dulces para desayunar. La mujer me prepara una bolsa con un poco de cada variedad, creo que no va a haber problema para pagar porque tambien tiene las dos monedas en la tabla de los precios, pero cuando ve los euros, vuelve a dejar los bollos en su sitio y me echa la bulla padre en Eslovaco, seguro que me dijo que me metiera los euros por el culo o algo asi, a mi me daba la risa, intento hablar con ella, pero la tia pasa de mi descaradamente. Cuando llego a la estacion encuentro mas puestos de bollos y cafe ambulantes con señoras antieuros, me acerco a uno de ellos todo sonriente y antes de pedir nada le enseño los euros, esta vez, por lo menos me devuelve la sonrisa con un movimiento de cabeza que significa otro NO rotundo, me rio a carcajada limpia, pero no me rindo, yo tengo que probar esas pastas eslovacas tan apetecibles, asique voy a un enorme bar en la puerta de la estacion, donde se sirve comida rapida y donde tienen que tener euros por cojones, le digo a uno de los camareros que me cambie 5 euros por Coronas, el tio tenia una cara de chungo y mangui que no podia con ella, soy consciente de que me engaña en el cambio, pero me da exactamente igual. Me dirijo de cabeza al puesto anterior y le enseño las monedas a la señora, ella se rie conmigo y me dice algo que debe significar ¡ahora si nos vamos entendiendo compañero!, le pongo todo el dinero en la mano y me llena una bolsa enorme de todo tipo de pastitas y yo me sente en un banco tan contento de poder comermelas.



Panel de salidas en la estacion de Bratislava



El tren llega con un considerable retraso de dos horas y el trayecto a Budapest duro casi tres. Viaje en un compartimento con dos señoras mayores con las que fue imposible la comunicacion.
Llegamos a Budapest lloviendo, ya eran sobre las cuatro de la tarde, un poco tarde para encontrar hostel, ya que en Bratislava no pude reservarlo por internet, pero tenia las direcciones de dos albergues. La estacion Keleti Pályaudvar de Budapest es enorme y muy antigua, en sus tiempos debio ser importantisima, hay mucho alboroto de gente, mientras caminas te ofrecen de todo, desde un restaurante para comer hasta chicas yo no le hago caso a nadie y pregunto en la eterna oficina de turismo, esta llena de gente y no me apetece esperar, aunque por lo que veo los hostels estan mas o menos desde 10 a 30 pavos.
Estoy un poco descontrolado y agobiado, no pienso demasiado bien, necesito caminar un poco. Salgo a la calle donde continua lloviendo, saco mi paraguas y salgo a la avenida Rakoczi, con un mapa de la ciudad observo que hay un buen paseo hasta los hostels. La verdad es que durante el paseo me invadio una pequeña depresion, no tenia hostel, estaba lloviendo, hacia frio y acababa de llegar a una ciudad como Budapest tan grande y sin conocer a nadie, pero enseguida me hice fuerte otra vez, pienso y confio en que todo va a salir bien, es una formula que nunca falla, pensar en negativo hace que tus circunstancias sean negativas asique afuera lo malo.
Entrada a la estacion Keleti Palyaudvar



Un rato despues consigo llegar a uno de los hostels que tenia anotado, me dicen sin necesidad de abrirme la puerta que no hay camas libres. Continuo mi peregrinacion bajo la lluvia y despues de estar bastante perdido, encuentro un albergue por casualidad, pregunto y me dan cama solamente por una noche.
El hostel, para empezar cuesta 13 euros con desayuno, tiene internet gratuito, la decoracion es un poco jipi, hay mucha gente joven, el albergue esta situado en un atico, comparto habitacion con 6 o 7 personas mas, todo esta muy limpio, aunque realmente no me gusta demasiado el ambiente. Despues de instalarme reservo por internet cama en otro albergue de Budapest para el dia siguiente y salgo para la calle.



Calles de Budapest



Descubro una ciudad enorme, monumental y que conocio un pasado mejor. Todo esta muy sucio y muy dejado, se ve muy antiguo y cutre, hay mucha gente tirada en la calle pidiendo y bastantes corrillos de bolingas chupando cerveza, el tranvia y el metro son los principales medios de transporte, a pesar de ser una gran ciudad, el trafico de coches no es nada agobiante. Vuelvo a acordarme de las calles de la Habana, es todo muy similar, desde luego todo lo que tocaron los rusos se quedo temblando.



Fachadas



Doy una caminata hasta el rio Danubio, el cual parte las dos ciudades Buda y Pest, las cuales ahora estan unificadas pero en el pasado eran totalmente diferentes. La ciudad grande es Pest, que es donde me encuentro, aqui esta el movimiento de gente, los negocios y la bulla de la city. Buda por el contrario, es pequeñita y muy tranquila, construida en lo alto de una colina, donde tambien esta el impresionante castillo y la catedral.




Castillo situado en la ciudad de Buda




Es de noche, continua lloviendo y estoy un poco cansado, por tanto decido ir al hostel a ver si conecto con algun huesped.
El hostel esta situado dentro de un finca super antigua, se accede por un porton de madera enorme, entras por un lugubre y oscuro pasillo, uno tiene la sensacion de que te van a asesinar en cualquier momento, todo parece que se va a hundir, el ascensor ni te cuento, mas vale subir por la escalera, que es de peli de terror total, tiene una enorme barandilla de hierro y madera y es cantidad de ancha, la dicha escalera es ya de por si es una obra de arte. Cuando llegas arriba, sales a unos balcones que dan a un patio interior, se ve muy sucio y desmejorado, es bastante tenebroso, cuando entras al hostel es como un oasis en el desierto.




El hostel estaba al final de la barandilla

lunes, 12 de abril de 2010

Wien-Bratislava

29-10-09


Despues de un potente desayuno en el hostel entre chavales y turistas japoneses y tras cojer un tren en Wien-Huttenfort regreso de nuevo a la estacion principal Wien-Suddenfort. Voy tranquilo porque los trenes a Bratislava salen cada hora por tanto aunque lo pierda no hay problema.
El viaje duro exactamente una hora y diez minutos, el vagon donde viaje iba repleto de militares austriacos, no es que estuviesen escoltando al tren simplemente que viajaban ahi. El tren no llego a la estacion principal de Bratislava sino que nos dejo en una pequeña estacion en la periferia de la ciudad. Como norma habitual busco informacion y en la pequeña oficina de turismo instalada en la estacion me señalan mi hostel en un mapa, la chica me sugiere tomar el bus por que esta un poco lejos, pero prefiero ir andando y estirar las piernas.
Empiezo a andar por la direccion que me indicaron, verdaderamente la chica de la oficina tenia razon en lo de que estaba lejos y para mas inri pega un sol que no veas y sudo la gota gorda con el mochilon, pero no importa me siento libre y feliz. Despues de un ratito de caminata, me topo con el fabuloso rio Danubio, su vista es grandiosa, es algo majestuoso, por su cauce navegan varios barcos y barcazas, cruzo por un inmenso puente y no puedo evitar quitarme la mochila y parar unos momentos a disfrutar de la impresionante vista, no solo del rio sino de el imponente castillo situado en lo alto de una colina dominando la ciudad.



Vista del castillo desde el rio Danubio



Cuando por fin llego a la city me encuentro con una pequeña, pintoresca y acogedora ciudad, es de la onda que me gusta a mi, con su casco antiguo bien conservado y su parte "moderna" de estilo sovietico, es inevitable recordar un poco a Kracovia. Mi hostel esta pegado al casco antiguo se llama "el Patio" asi, como suena en español. Para llegar alli hay que meterse por un pasillo entre dos edificios, todo es viejisimo y parece que en cualquier momento se va a hundir, de pronto llegas a un enorme patio y en un rincon ahi esta el hostel. Suelto la mochila en el luggage-room y salgo para la calle, voy de cabeza a la parte antigua, esta muy bonito y muy cuidado, aunque despues de haber visitado ya tantas ciudades historicas ya empieza a darme todo igual. Por sus estrechas calles y plazas, aparecen de vez en cuando unas simpaticas esculturas de metal, como un señor en un banco, otro que sale de una alcantarilla, un paparazzi en una esquina con su camara, etc. Observo bastantes bodegas con aire antiguo donde se vende vino y licores, yo aunque sea de una zona vitivinicola, no me gusta nada el vino, pero entro en una para verla por dentro, efectivamente es muy antigua, de madera oscura, hay aperos del campo que se usaban en el pasado y todo tipo de caldos del pais, que aunque en España no son muy conocidos, son realmente de gran calidad.



Calles del casco antiguo



Se nota que Eslovaquia viene tambien de el rollo comunista-sovietico de hace algunos años. Todo es muy barato y el turismo no esta muy afincado por lo que el pequeño pais conserva su encanto, todavia conservan su moneda, la Corona Eslovaca, por un euro te daban 28. Aunque les va a durar muy poco solamente les quedan dos meses de disfrutarla y les entrara el euro y entonces vendran los lios, pero poco a poco se adaptaran igual que nos paso a nosotros.
Me encamino despues al castillo, se ha de subir por una calle empinada que forma una espiral, no ves nada hasta que llegas arriba, pero una vez alli, la vista es magnifica, desde ahi se puede admirar la ciudad y el rio Danubio con todo su esplendor. El castillo se encuentra en obras y no se puede visitar, no tiene importancia ya que solo con darse un garbeo por el entorno, vale la pena haber subido, los jardines son amplios y con mucha vegetacion, es muy relajante y agradable, aprovecho para comer de mis interminables provisiones.
Vuelvo al hostel, esta casi vacio, con lo cual me instalo en una habitacion para mi solo. Uno de los chicos de la recepcion me cuenta que podia haber venido en barco desde Viena, lo cual hubiese sido un punto, pero este viaje toca tren.
En el salon del hostel conozco a cinco argentinos, todos llevan su propio ordenador portatil, intento iniciar una conversacion, pero me doy cuenta de que son bastante fantasmas, sobre todo una tia flaca con pinta de lesbiana. Para quedar bien les digo que si me acompañan a dar una vuelta, pero prefieren quedarse aqui a salir por ahi, paso de ellos y voy para la calle.



Vista de la ciudad desde los jardines del castillo



Bratislava me gusta, es muy pintoresca, barata, la gente es amable y la cerveza es buena. Me pierdo por las calles y cuando ya salgo del casco antiguo, empiezo a conocer el lado sovietico, nunca falla, edificios feos y grises, tranvias del año de la picor por doquier, basura amontonada en la calle, fachadas con hambre de pintura y todo muy descuidado, de todos modos me sigue gustando.Vuelvo a acordarme de las calles de La Habana, pero en este caso con el consumismo metido a presion.
En lo alto de una azotea hay un enorme cartel con la cara del Che, como los que hay en Cuba, no queda mucha luz y no distingo muy bien que pone, le hago una foto y la amplio con el visor, me doy cuenta entonces que es publicidad de una discoteca, es una terrible ironia ya que el amigo Ernesto rechazaba y perseguia cualquier sitio donde la gente se divirtiera.
Me meto en un minisupermercado-todoacien-kiosko-bareto, aunque no se sabe muy bien lo que es, tambien tienen libros antiguos. En realidad yo solo quiero comprar una pegatina de la ciudad. Hay dos clientes en la zona del minibar, casi apretados en una pequeña barra, estan tomando vodka, asique pido un chupito tambien, cuando voy a pagar y saco los euros el tendero-camarero (que ya es mayor) se acojona, en estos momentos estan de pruebas con los euros y la gente no se aclara, estan obligados a aceptar las dos monedas, pero para ellos es complicado, lo unico bueno del asunto es que no tengo necesidad de cambiar euros. El hombre saca su bolseta con las monedas de euro y su calculadora, por supuesto ninguno de los presentes habla Ingles, con lo que todos nos reimos al intentar comunicarnos, la verdad es que fue un rato muy gracioso.




El minibaretokioskosupertodoacien



Paso por la puerta de un local donde hacen tatuajes, un poco envalentonado por el vodka voy para adentro sin pensarmelo dos veces, me recibe un tiaco de dos metros con pinta de hell-angel, con la cabeza rapada y totalmente tatuada, a pesar de nuestro mal ingles, nos entendemos perfectamente, el tipo me dice que me hace el tatu ahora mismo, el sitio no me gusta mucho y los tatuajes son demasiado agresivos ademas el repertorio se reducia a unas cuantas revistas extranjeras y poco mas, aunque lo que de verdad me animo a salir pitando de alli, fue cuando aparecio de no se donde otro tipo parecido al hell-angel pero con una borrachera de la ostia, aunque probablemente portaba algo mas el el cuerpo, el notas se le veia un poco nervioso y hablaba en Eslovaco con el otro. No se porque pero ese tio me dio mal rollo asique le dije al tiaco que necesitaba pensarmelo un poco y que volveria mas tarde. Naturalmente no volvi por alli.
De nuevo en el casco antiguo, me meto en una iglesia para hacer tiempo para cenar, es curioso solo hay mujeres y monjas, me siento en un banco al lado de la puerta y escucho la misa en Eslovaco, es agradable por que la misa es cantada y suena muy bien. Al principio una monja se volvio para mirarme, luego otra y otra y otra, a los pocos minutos todas las parroquianas se volvian continuamente, deduzco que o es una misa solo para mujeres o es que estan ensayando los canticos del domingo. Empieza a darme corte asi que salgo silenciosamente de alli.



Calles



Descubro una pequeña pizzeria, tipo de estas de comida para llevar, aunque tambien se puede comer alli, no es nada lujosa pero las pizzas que hay en el escaparate tienen una pinta importante. El pizzero es italiano y habla un poco español, de todas maneras nos entendemos perfectamente, asique me pego una cena de campeonato, mientras charlo con el italiano. El tio es de puta madre, su mujer es eslovaca, vive aqui desde que se caso y esta loco por volver a Italia. El tipo me recomienda una pasteleria de la misma calle para tomar el postre. Sigo su consejo y voy para alla, es una especie de pub, en plan moderno, donde se sirven tartas y pasteles y donde puedes saborear tambien licores y otras bebidas alcoholicas. Primero eliges tu pastel y tu licor, pagas en un pequeño mostrador (no hay barra) y te dan un ticket, te sientas en la mesita que te marca en el ticket y enseguida el camarero te lo sirve, hay mucha gente joven de tertulia, la musica que sonaba era Jazz-fussion, es una especie de negocio de moda, alternativo a los pubs convencionales.
Muy cerca de la pasteleria-pub encuentro a un señor tocando un instrumento parecido a otro que vi en Praha, es una especie de cajon con una manivela para la mano izquierda y unas teclas para la derecha, con un sonido muy peculiar y un punto de desafinacion agradable. Le echo un euro y me paro a escucharlo, el hombre percibe mi interes y cuando deja de tocar, se alegra al saber que soy musico y ademas español. Con una mezcla de Ingles y Español me cuenta que el instrumento es de origen medieval se llama viola de cuerda y es un instrumento que los antiguos peregrinos que iban a Santiago usaban mucho para conseguir unas monedas y pagarse el viaje, el tio afirma que en la catedral de Santiago se pueden ver grabados de peregrinos tocando la viola de cuerda.
Compro una cerveza en un quiosco y voy a tomarmela sentado a la orilla del inmenso rio, hace una tarde-noche magnifica, ni pizca de frio, se esta de lujo, no puedo evitar volver a recordar a la Habana, ya que hay un pequeño muro a lo largo de las orillas del rio que parece el malecon Habanero, donde los jovenes se sientan para hablar, beber o pescar. Sigo maravillado por el Danubio, ahora de noche todavia es mas impresionante, las orillas son un mar de lucecitas y siguen pasando barcos tambien con las luces encendidas, es todo un espectaculo.



Tranvia, al fondo una inmensa pancarta con la imagen del euro



Al volver al albergue, todavia tomo otra birra mas en un pub donde hay musica en vivo, es un cantautor con un guitarra acustica, toca muy bien y sus melodias son sencillas, pero buenas, pero como canta en Eslovaco no entiendo ni papa de las letras. El antro parece un pequeño museo, hay todo tipo de cachibaches antiguos.
Decido ir a dormir, ya en el hostel, vuelvo al salon de nuevo y los argentinos siguen alli, les insisto con lo de antes y me responden que la ciudad no les gusta y prefieren conectarse y hablar con sus amigos, esta actitud la podria entender si fuesen unos niñatos, pero calculo que estaran entre los veintimuchos y treintaipocos tacos, ¿para que viajan si no pueden despegarse del puto ordenador? me parecen pateticos, paso de ellos de nuevo y me subo a mi habitacion, nunca mejor dicho, por que a pesar de que hay varias literas estoy solo en la habitacion.
Mi tren sale mañana con rumbo a Budapest a las 9.40 asique no tengo mas remedio que reventar la cama.



Una de las muchas esculturas que aparecen por el casco antiguo

lunes, 5 de abril de 2010

Praha-Wien

28-10-08

Cuando abri los ojos y mire alrededor, los americanos habian recogido sus mochilas y se habian ido, parece imposible que seis tios recojan todas sus cosas sin hacer un poco de ruido, pero asi fue. En la habitacion solo quedabamos la brasileña que dormia a pierna suelta y una pareja de franceses que al igual que yo tambien estaban despiertos, cuando mire mi reloj de muñeca no podia creer que fueran las 7.45, mi tren salia a las 8.23, no habia oido la alarma, tenia que hacer la mochila, coger el metro, llegar a la estacion y averiguar en que via salia el tren.
Recojo mis cosas a toda ostia y me lanzo a la calle como una bala, cuando estoy bajando las escaleras del metro, me doy cuenta que no llevo las gafas puestas y que me las he dejado en el hostel -¡cagon la puta!-. De nuevo vuelta al hostel a recuperarlas, siempre corriendo y mochila a la espalda, por fin logro agarrar el metro a las 8.10, tengo aun cinco paradas por delante pero por suerte consigo llegar "in time" a la estacion, aunque con solo con tres minutos de antelacion. Pregunto en informacion por mi tren sin dejar de correr y me dirijo hacia los andenes como alma que lleva el diablo, cuando por fin voy a subir, el revisor me tira para atras alegando que sin reserva no hay nada que hacer, le enseño mi Global-pass y le digo que la pagare en el tren, pero nanai nanai, el tio es bastante capullo, dice que si subo al tren, aparte de la reserva tendre que pagar una multa. Considerando como las gastan los checos, vuelo entonces hacia las taquillas, me cuelo descaradamente sin pedir permiso a nadie, pago la puta reserva que eran 180 coronas (siete euros) y cuando llego de nuevo a las vias casi sin aliento, el tren esta moviendo, tiene las puertas cerradas y yo empiezo a dar ostias y patadas a la puerta gritando y cagandome en todos ferroviarios de la republica Checa, el revisor me vio desde dentro y el tio da el aviso de parar el tren, menos mal, era un poco menos cabron de lo que yo creia, cuando me sente llevaba un sofoco que no podia ni respirar, -joder ¡vaya desayuno me he pegao!-

El tren era un intercity bastante bueno y comodo. Llegamos a la estacion de Wien-Suddenfort unas tres horas despues. La estacion es bastante moderna, pero un poco fea. En informacion me dan un mapa de Viena y me doy cuenta de que desgraciadamente mi hostel (cuya reserva hice por internet desde el locutorio de mi amigo el turco, en Praga) esta a tomar por culo de donde estoy. Me toca entonces esperar un rato mas y agarrar otro tren hasta Wien-Huttenfort, unos de los barrios de la periferia de Viena. El albergue queda a cinco minutos a pie de la estacion, cuando llego alli, me doy cuenta que es cojonudo, yo diria inmejorable, se llama precisamente Huttenfort Hostel y pertenece a la Young-Hostell International, es un poco caro para lo que estaba pagando ultimamente, me costo 18 euros con desayuno, pero valio la pena, todo es nuevo y limpio, hay un par de ordenadores con acceso gratuito a internet, tiene cocina, las habitaciones son de cuatro personas y son camas en vez de las habituales literas, con luz independiente y todo de madera. El hostel esta lleno de chavales de algun colegio y por otra parte tambien hay un monton de japoneses en plan turismo. Parece ser que los nipones ya se han puesto las pilas y ya no todos van a hoteles de tres estrellas, la verdad es que el hostel es una opcion estupenda y barata para visitar las ciudades y conocer gente. Como norma habitual en este tipo de albergues las habitaciones no son mixtas y el ambiente que se respira es un poco cura.



Palacios, palacetes y palazotes en el centro de viena


La verdad es que despues de instalarme, ducharme y asearme, me apetece un monton no salir, disfrutar de la habitacion y pegarme la dormida padre, pero estoy en Viena, donde Mozart estreno sus grandes operas y no me voy a quedar en el hostel ni de coña asique vuelvo de nuevo a la estacion Wien-Huttenfort a coger el metro. Aqui sucede lo mismo que en Berlin, uno no sabe como y donde se paga, en el acceso al metro no hay ningun tipo de valla y solo estan las maquinitas para picar y validar el ticket, yo como no tengo problema en no pagar, entro al vagon como si tal cosa. Gracias a un plano del metro y otro de la ciudad me oriento enseguida y entiendo que me encuentro estoy a años luz del centro, ademas de que la ciudad es inmensa.




Estacion de tren y metro Wien-Huttenfort


Viena es ni mas ni menos como uno se la imagina, exageradamente monumental, con grandes avenidas, muchos arboles, parques y jardines señoriales. El centro esta minado de antiguos palacios, de los que muchos de ellos estan habilitados como museos.Todo esta vinculado a la musica clasica y en especial al amigo Amadeus, para donde mires hay carteles anunciando algun evento en la Opera, paneles inmensos con la cara de Mozart y tios y tias disfrazados de epoca vendiendo entradas para la Opera, teatros, conciertos de musica clasica etc. Estos ganchos que venden las entradas me parecen la mar de graciosos con sus trajes de epoca y pelucas. El centro es un hervidero de turistas, haciendo fotos como locos, y es que el lugar lo merece, los edificios son magnificos y hay unas fuentes con unas esculturas increibles.




Calle comercial cerca de la catedral



Me dirijo a la catedral de San Esteban por una calle supercomercial. Las tiendas de las principales firmas se funden con los majestuosos edificios de principio del siglo pasado. Como en las principales ciudades europeas, la gente esta loca con las compras y el consumismo, seguro que la mayoria de las cosas no les hacen falta, pero aun asi siguen y siguen y siguen comprando. Es significativo el cambio radical en las pintas de la gente, comparado con Polonia y la Republica Checa, en estos ultimos se nota cantidad un bajo nivel adquisitivo y por supuesto los años vividos bajo el dominio ruso.
La catedral esta situada en la plaza Stephansplatz, en pleno centro, la construccion es soberbia, pero estan arreglando la fachada y todo esta tapado con andamios y enormes telas, aun asi se puede visitar, como empezaba a anochecer todo estaba un poco oscuro y no pude disfrutar demasiado del templo.




El ambiente de la calle



Compro una cerveza y paseo sin rumbo por esas calles cargadas de historia, por cualquier rincon aparecen majestuosos monumentos y jardines. Me encamino ahora hacia la archifamosa Opera de Viena, me acompaña una mujer a la que momentos antes he preguntado por su situacion y se brindo a guiarme, es simpatica, se queda flipada cuando le hablo de mi viaje y los sitios que he estado, conoce Madrid y Barcelona y este año quiere visitar Sevilla y Granada.
Desgraciadamente solo puedo ver la opera por fuera, tengo mala suerte, todos los dias hay visitas para turistas pero casualmente hoy no se puede visitar, pese a todo no me importa demasiado, por lo tanto le doy una vuelta a la manzana, ya ha anochecido y varios focos iluminan el edificio, es una preciosidad y todo un simbolo de la ciudad. Es emocionante pensar que por aqui han pasado los grandes compositores de musica clasica.

Al lado de la puerta principal del edificio encuentro una aglomeracion de gente haciendo mucho ruido, llevan banderas de algun pais arabe y tienen una musica sonando a toda ostia, todos bailan y cantan al compas de las melodias del desierto. Son saharauis manifestandose por algo, llevan un escandalo que no veas, cualquiera diria que estan celebrando una fiesta en vez de una protesta. Por los megafonos hablan en Arabe y en Aleman.




Manifestacion saharaui


En unos minutos empiezan a llegar varios coches de policia, me quedo alli para ver que pasa, los saharauis empiezan la marcha por el centro de Viena, gritan euforicamente. A pesar de que hace un frio de la ostia, los hombres se quitan las chaquetas y camisas y se quedan desnudos de cintura para arriba para dar mas la nota todavia. Es un poco surrealista, por que la policia marcha tambien al compas de ellos, ademas parece ser que debe de ser una unidad especial, por que son unos tiacos del carajo, altos y fuertes como torres y armados hasta los dientes, tienen controlaos a los pobres manifestantes que no paran de vocear y de hacerse notar, sin embargo mucha gente de la calle no les hace ni puto caso y pasan a su lado ni tan siquiera para mirarlos.
Abandono el espectaculo y continuo mi paseo a mi bola, no tengo ni idea por que se manifestaban esos saharauis pero como se pasen un poco, la policia les dara caña, ademas de buena gana, ya que aqui en Austria hay un 33% de extrema derecha y el resto son simpatizantes de derechas, asique no se cortan un duro con los emigrantes.




La archiconocida Opera de Viena



Me meto en una importante estacion de metro, con intencion de volver ya para el barrio del albergue, la estacion es immensa y tiene de todo, parece un minicentro comercial, hay un ajetreo total y esta llena de tiendas de todo tipo y algunos bares, es una auntentica ciudad subterranea.
Hay muchos jovenes en grupos bebiendo cerveza y dando la nota, la mayoria tienen pinta de skinheads, muchos llevan la cabeza rapada, visten de militar y exiben simbolos nazis sin ningun reparo, no me gusta nada esa peña, evito mirarlos demasiado, aunque voy tranquilo, pensandolo bien, yo tambien llevo ropa militar.
De nuevo en Huttenfort y ya en el albergue, reservo alojamiento para mañana en mi proximo destino: Bratislava. En la cocina hay comida, preparo un huevo frito con unas salchichas y voy a la cama, justo en ese momento me doy cuenta de que no he ido a ver el rio Danubio, es un olvido imperdonable, aunque mañana voy a Bratislava y tambien pasa por alli, pero su paso por Viena es unico.




Frente a la catedral