30-10-08
Me levanto sobre las ocho de la mañana y a pesar de haber tenido la habitacion para mi solo dormi fatal, uno no sabe que es mejor, si la tranquilidad o el alboroto. Antes de abandonar el hostel, me encuentro con la tortillera flaca argentina, la tronca ya estaba conectada a su ordenador, no me molesto en saludarla y salgo, mochila a la espalda, a la calle.
Entrada al tenebroso patio donde estaba el hostel
De camino esta vez a la estacion principal situada, digamos, en la zona rusa. Entro en un supermercado para comprar algo de desayuno. A pesar de que los precios estan en coronas y en euros la chica se horroriza cuando me acerco a la caja con la compra y le doy un billete de cinco para pagar. No los acepta bajo ningun concepto, le intento decir que estan obligados a aceptarlos y que ayer no tuve ningun problema pagando en euros, pero no hubo nada que hacer. Salgo del super un poco mosqueado y continuo mi camino. Ya cerca de la estacion me paro en un puesto ambulante de bollos y pasteles caseros, tienen una pinta importante, la dependienta es una señora mayor que probablemente haya elaborado los dulces en su casa y los esta vendiendo para buscarse la vida, le hago entender que quiero una mezcla de dulces para desayunar. La mujer me prepara una bolsa con un poco de cada variedad, creo que no va a haber problema para pagar porque tambien tiene las dos monedas en la tabla de los precios, pero cuando ve los euros, vuelve a dejar los bollos en su sitio y me echa la bulla padre en Eslovaco, seguro que me dijo que me metiera los euros por el culo o algo asi, a mi me daba la risa, intento hablar con ella, pero la tia pasa de mi descaradamente. Cuando llego a la estacion encuentro mas puestos de bollos y cafe ambulantes con señoras antieuros, me acerco a uno de ellos todo sonriente y antes de pedir nada le enseño los euros, esta vez, por lo menos me devuelve la sonrisa con un movimiento de cabeza que significa otro NO rotundo, me rio a carcajada limpia, pero no me rindo, yo tengo que probar esas pastas eslovacas tan apetecibles, asique voy a un enorme bar en la puerta de la estacion, donde se sirve comida rapida y donde tienen que tener euros por cojones, le digo a uno de los camareros que me cambie 5 euros por Coronas, el tio tenia una cara de chungo y mangui que no podia con ella, soy consciente de que me engaña en el cambio, pero me da exactamente igual. Me dirijo de cabeza al puesto anterior y le enseño las monedas a la señora, ella se rie conmigo y me dice algo que debe significar ¡ahora si nos vamos entendiendo compañero!, le pongo todo el dinero en la mano y me llena una bolsa enorme de todo tipo de pastitas y yo me sente en un banco tan contento de poder comermelas.
Panel de salidas en la estacion de Bratislava
El tren llega con un considerable retraso de dos horas y el trayecto a Budapest duro casi tres. Viaje en un compartimento con dos señoras mayores con las que fue imposible la comunicacion.
Llegamos a Budapest lloviendo, ya eran sobre las cuatro de la tarde, un poco tarde para encontrar hostel, ya que en Bratislava no pude reservarlo por internet, pero tenia las direcciones de dos albergues. La estacion Keleti Pályaudvar de Budapest es enorme y muy antigua, en sus tiempos debio ser importantisima, hay mucho alboroto de gente, mientras caminas te ofrecen de todo, desde un restaurante para comer hasta chicas yo no le hago caso a nadie y pregunto en la eterna oficina de turismo, esta llena de gente y no me apetece esperar, aunque por lo que veo los hostels estan mas o menos desde 10 a 30 pavos.
Estoy un poco descontrolado y agobiado, no pienso demasiado bien, necesito caminar un poco. Salgo a la calle donde continua lloviendo, saco mi paraguas y salgo a la avenida Rakoczi, con un mapa de la ciudad observo que hay un buen paseo hasta los hostels. La verdad es que durante el paseo me invadio una pequeña depresion, no tenia hostel, estaba lloviendo, hacia frio y acababa de llegar a una ciudad como Budapest tan grande y sin conocer a nadie, pero enseguida me hice fuerte otra vez, pienso y confio en que todo va a salir bien, es una formula que nunca falla, pensar en negativo hace que tus circunstancias sean negativas asique afuera lo malo.
Entrada a la estacion Keleti Palyaudvar
Un rato despues consigo llegar a uno de los hostels que tenia anotado, me dicen sin necesidad de abrirme la puerta que no hay camas libres. Continuo mi peregrinacion bajo la lluvia y despues de estar bastante perdido, encuentro un albergue por casualidad, pregunto y me dan cama solamente por una noche.
El hostel, para empezar cuesta 13 euros con desayuno, tiene internet gratuito, la decoracion es un poco jipi, hay mucha gente joven, el albergue esta situado en un atico, comparto habitacion con 6 o 7 personas mas, todo esta muy limpio, aunque realmente no me gusta demasiado el ambiente. Despues de instalarme reservo por internet cama en otro albergue de Budapest para el dia siguiente y salgo para la calle.
Calles de Budapest
Descubro una ciudad enorme, monumental y que conocio un pasado mejor. Todo esta muy sucio y muy dejado, se ve muy antiguo y cutre, hay mucha gente tirada en la calle pidiendo y bastantes corrillos de bolingas chupando cerveza, el tranvia y el metro son los principales medios de transporte, a pesar de ser una gran ciudad, el trafico de coches no es nada agobiante. Vuelvo a acordarme de las calles de la Habana, es todo muy similar, desde luego todo lo que tocaron los rusos se quedo temblando.
Fachadas
Doy una caminata hasta el rio Danubio, el cual parte las dos ciudades Buda y Pest, las cuales ahora estan unificadas pero en el pasado eran totalmente diferentes. La ciudad grande es Pest, que es donde me encuentro, aqui esta el movimiento de gente, los negocios y la bulla de la city. Buda por el contrario, es pequeñita y muy tranquila, construida en lo alto de una colina, donde tambien esta el impresionante castillo y la catedral.
Castillo situado en la ciudad de Buda
Es de noche, continua lloviendo y estoy un poco cansado, por tanto decido ir al hostel a ver si conecto con algun huesped.
El hostel esta situado dentro de un finca super antigua, se accede por un porton de madera enorme, entras por un lugubre y oscuro pasillo, uno tiene la sensacion de que te van a asesinar en cualquier momento, todo parece que se va a hundir, el ascensor ni te cuento, mas vale subir por la escalera, que es de peli de terror total, tiene una enorme barandilla de hierro y madera y es cantidad de ancha, la dicha escalera es ya de por si es una obra de arte. Cuando llegas arriba, sales a unos balcones que dan a un patio interior, se ve muy sucio y desmejorado, es bastante tenebroso, cuando entras al hostel es como un oasis en el desierto.
El hostel estaba al final de la barandilla
sábado, 17 de abril de 2010
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