31-10-08
Me desperte muy temprano, pero a pesar de eso algunos de mis compañeros de habitacion ya se han levantado aunque en la cama de al lado dos chicas americanas acostadas en la misma cama, dormian a pierna suelta. El desayuno se servia a las ocho, todavia era algo temprano asi que sali a dar una vuelta. A pesar de ser tan temprano la ciudad esta en plena ebullicion, acaba de amanecer y hay un dia muy soleado, ni rastro de la lluvia de ayer. Paso por casualidad por el antiguo barrio judio y me tropiezo con la sinagoga en activo mas grande de Europa, me topo con dos chavales vestidos de negro con sus barbas, patillas y sombreritos a lo judio, entrando a la sinagoga, al lado de esta tambien se encuentra el museo Judio-Hungaro, donde se relata entre otras cosas el calvario que sufrieron los judios de Budapest en al SGM.
Puerta principal de la gigantesca sinagoga
Vuelvo al hostel a desayunar, mientras lo hago converso un rato con unas chicas argentinas que viven en Alemania, tambien estan viajando y esta tarde salen en autobus para Sofia, la capital de Bulgaria.
De nuevo en la calle, me dirijo a recorrer de pe a pa la famosa avenida Andrassy, la cual ya de por si es patrimonio de la humanidad por los deslumbrantes edificios construidos a lo largo de ella, en el centro tiene un paseo peatonal con muchos arboles, tambien corre por debajo, la linea de tren mas antigua de Europa, con sus pintorescas estaciones que siguen igual despues de 130 años, incluso los revisores y el personal que trabaja alli, visten de igual forma que entonces, por el tema turistico, claro. A parte de los magnificos edificios bicentenarios, tambien se encuentra la opera y varios museos, entre ellos el museo del terror, donde se pueden contemplar todo tipo de objetos, estatuas, vehiculos, armas, cachibaches, motivos comunistas y propaganda de la epoca de la dominacion sovietica, en este pais los rusos hicieron estragos y les tienen un odio terrible.
El paseo por la avenida Andrassy culmina en la Plaza de los Heroes, en el centro de la inmensa plaza se alza el Memorial del Milenio, colosal monumento con muchisimas estatuas de lideres, reyes y guerreros de gran relevancia en la historia de Hungria, la plaza tambien da acceso a un inmenso y agradable jardin, donde hay un lago con multitud de patos, zoologico, varios chiringuitos y restaurantes, en general un sitio ideal para ir en familia.
Monumento en el centro de la plaza de los Heroes
Andando andando me topo con la estacion de tren Nyugati, no es tan grande como la estacion Keleti, pero no desmerece nada en belleza y antiguedad. En la oficina de turismo de la estacion me informan sobre una pequeña ciudad a una hora y media de tren de Budapest, llamada Esztergon, fue la capital de Hungria en la antiguedad. Ni corto ni perezoso, controlo los horarios y agarro un tren para alla. Hay un control riguroso sobre los billetes de los viajeros, vamos que es practicamente imposible colarse en los trenes hungaros, para acceder a las vias, aunque sean de cercanias, pasas un control de billetes, despues en el tren te lo vuelven a controlar y al bajar debes de pasar otro control, es una simple observacion porque al tener el Global-pass puedo viajar en cualquier tren sin ningun problema.
Cuando llego a Esztergon, cojo un bus para el centro, el autobus tiene cincuenta años por lo menos, hay un pasajero con dos gallinas y otro con su perro, el conductor esta fumando y tiene un enorme ventilador clavado en el suelo que le da de lleno y con un ruido que no veas. El ambiente me gusta, hay unas señoras mayores a mi lado que no me quitan ojo. El autobus da unas vueltas muy raras y pierdo la orientacion, cuando me bajo tengo que andar bastante hasta el centro, a pesar de haber pasado por alli minutos antes.
Estacion de tren de Esztergon
Esztergon fue hace mil años la sede real hungara, por tanto una ciudad con un pasado importante, sus calles y majestuosos edificios siguen ahi para recordarlo. Doy un paseo por esas calles empedradas del centro y entro en un restaurante para comer, esta regentado por una familia china, aunque tambien se sirve comida hungara, es tipo autoservicio asi que le digo a la chica que me haga un mix de varias cosas, todo es muy sabroso y abundante, me pego la comida padre regada con una enorme cerveza y cafe, pago apenas siete euros al cambio.
En la plaza principal de Esztergon
Visito despues la basilica de San Esteban a orillas del Danubio, parece ser que esta fue su ciudad natal. No me da tiempo para mucho mas y decido volver andando a la estacion.
Basilica de San Esteban
Cuando regreso a Budapest, ya a anochecido, en la puerta de la estacion hay un tio rodeado de docenas de copas de agua a medio llenar, el tipo les hace sonar acariciando los bordes, las copas producen un sonido muy agradable y cada una dependiendo de la cantidad de agua que contenga, produce un sonido distinto, esta tocando una pieza clasica a la perfeccion, es un verdadero maestro.
Despues de escuchar este improvisado concierto me dirijo al hostel a buscar mis cosas ya que debo instalarme en otro albergue. Por el camino tomo una cerveza, por cierto la birra de medio litro en las tiendas 24 horas cuesta 210 Florines (85 centimos, un Euro son 268). Al llegar al hostel decido tomar el ascensor para subir, estoy un poco cansado y aun me queda otra caminata con mochila a la espalda. El ascensor es igual de tenebroso y antiguo que la escalera, abres una puerta grande y despues las dos hojas pequeñas que estan en el habitaculo, cuando entras da la impresion que se va a caer en cualquier momento, pulso el boton del ultimo piso, se pone en marcha y cuando llevo unos segundos de viaje el trasto se para entre piso y piso, me quedo flipao, parece de peli de terror total, me entra panico y empiezo como un loco a dar ostias a la puerta y pidiendo ayuda, creo que sufri un pequeño ataque de claustrofobia o algo asi. Un poco mas calmado abro las puertas pequeñas interiores con intencion de intentar abrir la grande de fuera y saltar al piso, pero parece que no se abre hasta que el trasto no se para correctamente en su piso, cuando cierro las puertas pequeñas, el ascensor vuelve a ponerse en marcha, joder que susto, la cosa era que las hojas pequeñas no las habia cerrado bien y el ascensor se habia bloqueado. Recojo mi mochila y salgo pitando por la escalera, cuando llego abajo veo a dos japonesas que tambien estan en el hostel subiendo al ascensor, por cierto no me gustan mucho, van a su bola, ayer intente hablar con una y paso totalmente de mi, es algo raro tratandose de gente de Japon, ya que siempre suelen ser muy amables y simpaticos.
Vista nocturna del castillo
El otro hostel esta al lado del rio, en una calle peatonal repleta de tiendas de artesania, de recuerdos y restaurantes tipicos en plan rollo turista. El hostel en cuestion no se ve mal, es mucho mas grande que el otro, tiene dos plantas y bar en el sotano. Me instalo en una habitacion, con dos franceses, dos chicas holandesas, una coreana y un chico hungaro. Los franceses me caen mal en el acto, hablo un poco con ellos y noto que son muy pijos, son aficionados a la musica clasica, han venido a Budapest por los conciertos que se celebran continuamente, la coreana no dice nada solo nos mira y se rie y los otros no estan.
Bajo al bar y conozco unos chicos la mar de enrollados de Uruguay, me siento con ellos un rato. Tambien estan en el Euro rail y se dirigen a Grecia, nos damos mutuamente un monton de consejos sobre trenes y destinos y me sugieren que no suba al metro en Budapest, los billetes solo valen para un viaje y si cambias de linea tienes que volver a pagar, es una especie de trampa para turistas despistados, el personal esta al loro para cazarte y ponerte una multa, igual que les sucedio a ellos.
Doy un paseo antes de cenar en una pizzeria, despues me siento en un muro tipo a contemplar el impresionante rio Danubio.
Es viernes 31 de octubre, vispera de todos los santos. Aqui en Hungria desgraciadamente tambien se han pasado a la moda americana de Hallowen, desde aqui observo a un monton de gente joven disfrazada de brujas, vampiros y personajes de terror, accediendo por una pasarela a un barco-discoteca.
Cuando regreso a la habitacion conozco a las holandesas, son muy simpaticas, por supuesto son un par de rubiazas y se estan arreglando para ir de fiesta, tienen muy buena pinta y se nota que son bastante peligrosas. Horas despues las oigo cuando regresan completamente bolingas.
Linea de tranvia al lado del Danubio
domingo, 25 de abril de 2010
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