domingo, 20 de diciembre de 2009

Valencia-Paris

14-10-08

Me puse en marcha a las 5.00 de la mañana, mi avion salia a las 7.30 desde el aeropuerto de Manises (Valencia) con todo listo y preparado me encamine hacia alli en compañia de mi hermano. Tuve que pagar 20 euros por facturar mi maleta, eso es lo que tienen las compañias de bajo coste, a la minima te la enguiñan. En seguida me despedi de mi brother y pase la aduana, en ese preciso momento es cuando uno se da cuenta que esta solo, de alguna manera te auto fortaleces y ya no le tienes miedo a nada, dejas de ser el de siempre y te transformas en un viajero dispuesto a conocer nuevos lugares, costumbres y afrontar sin temor las dificultades del viaje.

Aterrizamos en el aeropuerto de Orly, el vuelo transcurrio sin ningun tipo de problema, el cielo parisino estaba nublado, como no podia ser de otra manera. Siguiendo los consejos de los chicos del rail, busco el Orlybus, sale del aeropuerto y te lleva al mismisimo centro de Paris por solo 6 euros, cualquier taxi te cobraria un minimo de 30. Durante los preparativos del viaje ya habia controlado mas o menos donde estaba el hostel donde tenia que pasar las dos proximas noches, era relativamente cerca de la estacion de tren Montparnasse. Le digo al conductor que me deje lo mas cerca posible de esa estacion, asique me bajo en la plaza Denfert-Rochereau en la puerta de la estacion de metro del mismo nombre, la plaza es enorme, me da la risa por que no se ni para donde tirar. Le pregunto en Ingles a uno que tambien viajaba conmigo en el bus, me contesta con su gracioso Español que es belga pero que vive en Colombia, donde trabaja y esta casado con una colombiana y que por nada del mundo regresaria de nuevo a vivir en Belgica, le encanta Colombia, acaba de llegar a Paris por motivos de trabajo, es simpatico y buena gente, el pregunta en Frances a un par de personas y rapidamente nos orientamos, me regala su mapa de Paris y nos despedimos.

Mi intencion es soltar la mochila en la consigna de la estacion de Montparnasse y dejarla alli hasta que abran el hostel, ya de camino con mochila a la espalda, conozco a un chico frances de padres emigrantes españoles, que se brinda a acompañarme, me cuenta sobre los problemas de Paris con los emigrantes, sobre todo los magrebies, parece ser que han habido algunos atentados en las consignas de equipajes y por eso no hay consignas en todas las estaciones, y en las que hay, como es el caso de Montparnasse, estan muy controladas, me hace observar que las papeleras son de bolsas de plastico transparente para poder ver lo que tienen dentro y bla bla bla.

Ya en la inmensa estacion de Montparnasse y despues de perderme un poco alli dentro, logro encontrar la consigna, efectivamente todo esta controladisimo, me hacen pasar por un scaner y me detectan mi supernavaja-tenedor-cuchara, le explico al policia que soy un viajero y que la necesito para comer, en esta ocasion me la permiten llevar. La consigna de esta estacion es enorme, un verdadero laberinto de taquillas de todos los tamaños y precios, a pesar de que llevo un mochilon, la consigo meter a presion en una de las taquillas pequeñas, asi el precio me sale 4 euros con un tope de 24 horas. Me meto al metro y compro un billete para dos dias con un numero ilimitado de viajes, cuesta 14 euros y sirve tambien para el autobus urbano y algunas lineas de tren, es una buena opcion si dispones de poco tiempo.

Mi primer destino aunque suene a topico es la torre Eiffel, asique despues de controlar el plano del metro y tener clara la linea y la estacion donde me he de bajar voy para el anden y alli mismo es donde comienzo a flipar, la gente es una mezcla de estilos, pinta , razas y mestizajes de todo el mundo, aunque predominan los negros con diferencia .
Hasta ahora lo que habia visto de Paris, en la zona de Montparnasse era como un barrio de cualquier gran ciudad, pero al salir del metro, me encontraba practicamente en el centro de Paris y eso, es otra historia, solamente con ver las fachadas de las fincas, con esos ventanales y con tantos detalles ya puedes flipar, todo es precioso, grande, hay turistas por todos los lados, es una pasada, por algo Paris es la capital mundial del turismo. Conforme te vas acercando hacia la zona de la torre, aparecen moros a saco que te venden souvenirs de todo tipo y principalmente recuerdos de la torre, son muy cansinos y lo mejor es pasar de ellos desde el primer momento.



La inevitable foto de la torre Eiffel


En verdad, la torre diseñada por Gustav Eiffel es impresionante, sorprende por su grandeza y belleza, indiscutiblemente es el simbolo de Paris y una de las maravillas del mundo moderno, uno esta harto de verla en fotos, pelis o reportajes, pero cuando la tienes delante te quedas con la boca abierta, tiene 324 metros de altura aunque solo se puede subir como maximo 275, hasta el balconcito mas alto cuesta 11.5 euros. La torre es de color marron y a sus pies se agolpan miles de turistas haciendo cola para subir, hoy al ser entre semana solo hay abierto un ascensor y no me apetecia hacer cola nada mas llegar asique me fui a orillas del sena a zamparme un bocata que traia de España, pase un rato muy agradable viendo las barcazas que navegan a lo llargo del rio y admirando la famosa torre.


Notre Dame

Vuelvo al metro, esta vez con rumbo a la Cite, la isla en medio del rio Sena, donde esta la catedral de Notre Dame, esta situada en la plaza de Juan XXIII. He de reconocer que me desilusiona un poco despues de conocer catedrales como las de Sevilla, Burgos o Santiago, aunque por supuesto, es digna de ver, ademas la puedes visitar de forma gratuita, cosa que se agradece.
Aparte de la catedral, la Cite ofrece rincones muy atractivos y edificios monumentales como la prision de la Conciergerie, la Sainte Chapelle, el Palacio de Justicia o el mercado de las flores, es como una pequeña ciudad dentro de otra.


La Cite


Aprovecho la proximidad del barrio latino y me doy una vuelta por alli, son curiosas las terracitas de los cafes, las sillas estan puestas en las aceras, y estan puestas mirando hacia la calle, todas las terrazas tienen toldito y lo mas importante calefaccion, a los parisinos les encantan y funcionan todo el año, por supuesto me paro en una y pese a no ser muy aficionado al cafe, me tomo uno, me cuesta 4 euros, es caro, pero es lo que hay, estoy en Paris.

Cojo el metro de nuevo con intencion de visitar el Arco de Triunfo, segundo monumento mas representativo de Paris, al verlo piensas en la Puerta de Alcala o en cualquier arco de triunfo romano, pero cuando te acercas, no tiene igual, es gigantesco y en sus paredes e interior hay escenas grabadas de batallas, reyes y demas historias, esta situado en la plaza de la Estrella, que es el punto de partida de avenidas como los Campos Elyseos.


Arco de triunfo


Aprovecho entonces para dar un obligado paseo por la avenida mas famosa de Europa, los Campos Elyseos, el ambiente es muy animado, lleno de los inevitables turistas comiendo en las terrazas. Aqui estan las tiendas de los mas famosos diseñadores. Se encuentran tambien varios cines y concesionarios de coches de las marcas mas prestigiosas, atestados de gente fotografiando los ultimos prototipos.


Campos Elyseos


A media tarde recojo mi mochila y me instalo en el hostel Alhoa.
Voy a hacer en este punto, una breve reseña sobre los hostels. Son una mezcla entre hostal y albergue, las habitaciones son compartidas con otras personas, el numero va desde dos hasta veinte o incluso mas, cuantas mas literas haya en la habitacion, mas barato es el precio, normalmente tienen cocina y nevera a disposicion de los huespedes, tambiense dispone de acceso a Internet, que suele ser gratuito y en algunos tambien hay un pequeño bar. Normalmente cierran a partir de las 10 de la mañana hasta las 2 de la tarde por limpieza, el horario del desayuno suele ser de 7 a 9, el baño por supuesto es compartido, el precio oscila entre 6 y 25 euros por noche, dependiendo de la ciudad, del pais y de la calidad del lugar, en este caso fue el precio mas caro de todo el viaje, 25 pavos por noche con desayuno, los que curran alli casi siempre son majetes y enrollaos, te informan sobre los sitios turisticos, te dan mapas y te aconsejan, aunque confieso que no siempre es asi, a veces son un poco mamones.
Cuando te registras te dan un juego de sabanas limpias y una funda de almohada, te haces la cama y al dia siguiente las echas en unos biombos para lavar. En algunos hay taquillas, donde puedes dejar tus cosas, llevar un candado encima es una buena idea. Los clientes son jovenes en su mayoria, aunque hay de todo, la peña es respetuosa y siempre esta dispuesta a echarte una mano. El idioma comun es el ingles ya que suele haber gente de todo el mundo, hay tranquilidad hasta que oyes a alguien hablando español, entonces empieza el alboroto, en Europa los españoles tenemos fama de gritar mucho hablando, beber alcohol en cantidad y reir a carcajada limpia.

Este hostel esta bastante bien, es un edificio antiguo, tiene tres pisos, a los que subes por una escalera de caracol, en la entrada hay un pequeño salon donde esta la recepcion, maquina de bebidas, un par de ordenadores y una escalera de madera que conduce al sotano, que antiguamente era una bodega y es donde esta el comedor y la cocina. Comparto la habitacion con una pareja de Nueva Zelanda y un tipo al que no he visto, pero que ha juzgar del tamaño de sus zapatillas debe de medir dos metros por lo menos.

Me ducho y voy de nuevo para la calle, cojo un bus y me planto en el boulevard Sant German, con intencion de visitar el famoso club de jazz "Sant German Despress Cafe", me harto de dar vueltas y de preguntar a los transeuntes pero nadie conoce el lugar, quiza lo encuentre la proxima vez. Compro comida y cerveza en un super y mientras paseo y ceno me entretengo viendo a los artistas callejeros, por cierto los cafes de Sant German son encantadores, buena musica y mucho ambiente, vale la pena ir solo por visitarlos.


Carteles en el metro

Vuelvo al hostel bastante cansado, me he pasado todo el dia solo, es algo a lo que me ire acostumbrando a lo largo del viaje, el primer dia siempre es extraño, esta mañana estaba en mi pequeño pueblo en el interior de la provincia de Valencia y ahora estoy en un cuarto de hotel en el centro de Paris.

5 comentarios:

M.T.R. dijo...

Que pequeño es Caudete comparado con Paris, pero que grande es comparándolo con el cuarto del Hotel… jejeje
Esa es la ley de la “relatividad”…. jejeje

Anónimo dijo...

Hola Conra, no sabia que tambien le pegabas a la escritura, no esta mal, continua que lo haras mejor, ya te dire quien soy.

Para MTR: Los que vivimos aqui todo el año no vemos tan grande Caudete como los que solo venis de vez en cuando. ¿Que ley es esa? jejejeje

Un abrazo

M.T.R. dijo...

Amig@ Anónim@….
Lamento que algunos no veáis Caudete grande, seguramente los árboles no os dejan ver el bosque y tal vez por eso os refugiáis en el anonimato.
La ley a la que humorísticamente me refiero no es la “La teoría de la relatividad” que es muy compleja, si no a la utilizada en la jerga del “relativismo” (también complejo y mareante) que utiliza bastante como ejemplo el verso de Ramón de Campo Amor:
En este mundo traidor
nada es verdad ni es mentira;
todo es según el color
del cristal con que se mira.
Desde estas dos ultimas estrofas, para mí Caudete es muy grande.

Conrado…
Disculpa esta intromisión en tu espacio, sigo tu aventura con interés.
Saludos a ambos…..

Conrao dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Conrao dijo...

Hola, os pido por favor que no hagais comentarios sobre Caudete, en el blog de MTR lo podeis hacer con moderacion, el enlace esta en la parte izquierda.
Para los que el pueblo es grande y para los que es pequeño os recomiendo dar una vueltecita y conocer, vereis como ambos os llevais sorpresas.

Manolo gracias por estos versos, son muy acertados.

Mucha salud para todos en en este nuevo año.

Conrao