domingo, 17 de enero de 2010

Brujas-Amsterdam

18-10-08

Por la mañana desayuno con Bob y con una chica coreana. Recojo mis cosas, dejo la mochila en recepcion y salgo a la calle pitando con intencion de pegarme de nuevo la caminata hasta correos y regresar despues a por mi mochila. Esperaba ver en el comedor al español de la bicicleta, pero no, parece ser que salieron temprano, la bici esta en la puerta del hostel esperando de nuevo ser usada por algun huesped, con gran alegria monto la bicicleta hasta la oficina de correos. Me soplan 26 Euros por mandar a España el paquetito, pero me libro de peso y de cosas que solo me iban a estorbar y de paso meto unos chocolates para la familia. En la plaza Burg me encuentro a Bob tomando unas fotos, el tio se queda flipao al verme con la bici, me despido de el y nos deseamos suerte. No sin pena, vuelvo a dejar la bici en el hostel y caminata de nuevo, esta vez con la mochila a la espalda.


Desayunando con Bob


Ya en la estacion, me acuerdo de los maños, cuando me levante todavia seguian durmiendo y cuando volvi a recoger mi mochila ya se habian ido. Cojo el primer tren a Gante y alli hago transbordo. Despues de una hora de viaje y de ser despertado por el revisor, el cual me indica que tengo que cambiar de tren para ir a Amsterdam, me bajo en una estacion gigantesca, en una ciudad que no tengo ni idea de cual es. Mi tren a Amsterdam tiene problemas y nos advierten que saldra con tres horas de retraso, asique me voy a dar una vuelta. La ciudad tiene pinta de ser grande, hay mucho ajetreo, nada que ver con la tranquilidad de Brujas. La city se ve muy movida, con muchos turistas, los coches se mezclan con las bicis, no se oye ni un claxon, ni una voz alta, la gente parece muy civilizada, aunque prefiero el alboroto de España. La ciudad en question se llama Antwerpen, en la calle hablo con una peña que parecen unos jipis bolingas, tienen encendida una hoguera en plena calle, estan acampados alli mismo protestando por algo, cuando les digo que soy de España me cuentan que hoy va a actuar en la ciudad un grupo español famoso, pero no saben decirme el nombre y hablando con ellos caigo en la cuenta de que me encuentro en Amberes, que ignorante soy, no se como no me di cuenta antes.




Estacion de Gante


Viajar con el Global-Pass de Interrail es muy facil, cuando viene el revisor se lo enseñas, entoncesl anota el numero de pase y el destino adonde te diriges y la cosa ya esta echa. En trenes especiales como alta velocidad o coche cama, necesitas pagar un suplemento. A veces tambien hay que pagar la reserva sobre todo cuando cambias de pais, suele ser uno o dos Euros, tambien depende un poco del tipo de tren y del pais, siempre conviene preguntar y subir al tren con ella ya que los revisores suelen ser bastante tocaguevos y antipaticos y te arman una pirula en medio del vagon, ademas si no la llevas te quieren poner una multa, aunque si no la tienes puedes hacerte el sueco, con los españoles funciona muy bien.


Los jipisviejosprotestones de Amberes

Por fin llega mi tren y pasada una hora volvemos a hacer transbordo en Rotterdam. Mientras estoy en el anden esperando el momento de subir al siguiente tren, oigo que me llaman por mi nombre a grito pelao y de forma escandalosa, estaba claro, son los maños, que alegria al verlos, es como si nos conociesemos de siempre, los tipos habian pasado la mañana visitando Gante y se ahorraron el retraso de Amberes. Subimos al tren y esta vez de tirada a Amsterdam.
Cuando salimos de la estacion los tres nos quedamos con la boca abierta, la primera impresion de Amsterdam es fuertisima, empieza a anochecer, es sabado y la avenida que va de la estacion a la plaza Damm esta repleta de peña, en su mayoria jovenes con gana de fiesta, el ambiente es muy bueno y huele a yerba descaradamente, hay luces de neon y luminosos por todos los lados, tiendas a saco, la gente es de lo mas variopinta, todo tipo de tribus urbanas, el repertorio es inacabable, es para flipar.


El ambiente en las calles de Amsterdam


Los maños, a pesar que tienen un colega que los esta esperando en un hotel, prefieren venir conmigo al albergue, donde tengo mi reserva. A pesar de que el albergue no esta lejos de la estacion, nos cuesta un poco encontrarlo, las estrechas calles parecen todas iguales, ademas tienen unos nombres complicadisimos. Cuando por fin lo encontramos, tenemos suerte y todavia hay plazas, el albergue es gigantesco, se llama Stayokay, esta al lado del barrio rojo y las calles de los coffe-shops, en las habitaciones caben treinta personas o mas, en la mia, que esta a parir, todos son jovenes italianos que vienen unicamente a pasar el sabado noche. El hostel tambien es de la Young, queda justo al lado de un canal, habra que ir con cuidado al volver esta noche. Nos instalamos y despues de una ducha nos lanzamos a la calle, se nos une un argentino con pinta de cura, que no me gusta mucho, esta en el Eurorail, otra modalidad de Interrail para americanos, el tipo lleva casi dos meses viajando.
Nada mas salir del Hostel y en plena calle uno de los maños compra coca, los tios estan tan desesperados que la pillan al primer espabilao que se les presenta, esta claro que no debe ser muy buena, mas tarde me lo confirmaron. Al lado de la plaza Damn hay una calle repleta de gente, vamos para alla y compramos unas hamburguesas y unas birras en un bareto, nos las comemos en la calle y nos vamos dando cuenta que donde nos encontramos solo hay tios, jajaja estabamos justo en la calle de los mariquitas.

Enseguida nos metemos a un coffe-shop y compramos algo de maria, he de reconocer que no me gusto el ambiente de este tipo de antro, no sirven cerveza ni alcohol, la peña fuma alli dentro, algo asi como en plan fumadero de opio, en la barra te dan la carta de la yerba y del hachis que tienen, cada cofee-shop tiene su especialidad, nos decantamos por un termino medio y aun asi nos costo 13 euros por la bolsita de 3 gramos. Compras la hierba en la barra y te fumas los petas en una mesa, la verdad es que uno alli dentro se siente como un drogadicto, cuando terminas te vas y punto. La parte buena del asunto es que la yerba es muy buena y nos reimos muchisimo, no conseguimos que el cura fumara ni una calada. En la calle todo el mundo va pelotazo total, hay españoles a saco y es que hay que resaltar que el 40 % del turismo es español y el 40% del turismo viene a fumar, jajajaja, ¡Que coincidencia!



Los maños trabajando en el Coffe-Shop


Nos metemos entonces al barrio rojo, en ese momento es cuando comienza el espectaculo. Las calles de dicho barrio son muy estrechas, estan atestadas de gente mas ciega que una pelota, todo el mundo va en movimiento de una calle a otra, el principal atractivo son las chicas que ofrecen sus servicios desde unos escaparates, todos hemos oido hablar de ello, pero verlo en directo es otra cosa, algunas de las tias estan semidesdudas, te miran insinuantes y si no les haces caso, enseguida pasan de ti. Es peligroso hacerles fotos, la chica entonces empieza a insultarte o en el peor de los casos aparece el macarra y te hincha a ostias, el que quiere tema habla con la chica, pasa para adentro y ella corre las cortinas y se lo cepilla alli mismo, despues uno sale tan tranquilo.
Lo triste del caso es que ellas estan trabajando y pagan unos alquileres desorbitantes por los escaparates y la peña piensa que esto es parte de la oferta turistica de Amsterdam y algunos se pasan toda la noche dando vueltas y mirando a las chicas, ellas se sienten incomodas de aguantar las miradas de babosos bolingas que no van a solicitar sus servicios, por otra parte los autenticos clientes se sienten incomodos por tanto miron, asique por esa razon el carismatico barrio rojo se va a cerrar y a abrir de nuevo a las afueras de la ciudad donde el que vaya, es porque le interesa de verdad el asunto.



Tienda de condones


Con todo y con eso pasamos un buen rato mirando a las chicas, las hay de todo tipo y para todos los gustos, le pregunto al argentino que si le gustan, el tipo esta cagado y esta loco por que nos vayamos de alli, llego a la conclusion de que es maricon, le molesta un poco cuando se lo digo sin ningun tipo de delicadeza, pero es que ya me tenia un poco quemao.
Salimos del barrio y entramos en otro coffe-shop, seguimos fumando y riendo, despues tomamos unas birras en un pub, les propongo entonces fumarnos un peta en la calle, los maños se escandalizan, tienen el sindrome de España, piensan que en cualquier momento los va a registrar la policia. A pesar de ser jovenes tienen muchos prejuicios, aqui de forma discreta, todo esta permitido, ellos no lo entienden, son de otra generacion, de todas maneras creo que esta reaccion pudo ser a causa de la coca esa que tomaron.
Les dejo a los tres en el pub y me voy a dormir, mañana sera otro dia.


Articulos para fumar marihuana

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