sábado, 11 de septiembre de 2010

Sigo en Essaouira

Despues del desayuno en el hotel hago un largo paseo por la inmensa playa que se extiende hasta el horizonte. Al igual que yo hay mucha gente que pasea tambien por la playa a estas horas, sobre todo chicas completamente tapadas. La playa de Essaouira es una belleza pero el mar esta muy agitado y parece ser que casi siempre es asi, esto es el Atlantico puro y duro e incluso en verano es bastante dificultoso el baño. Como todo tiene su lado bueno, se puede practicar el windsurfing, de hecho hay varias empresas dedicadas al alquiler de material y cursos para los principiantes.



Una de las troncas que paseaban por la playa




Ahora ya es hora de buscar a mi amigo el tuareg e ir al hamman a pegar un baño. Mi amigo me acompaña al hamman, se encarga de ajustar el precio con el dueño y me sale a pagar 70 Dh (6 eu), de los cuales deduzco que habra un porcentaje para mi amigo por traerme aqui, otro porcentaje para el tipo que me dara el masaje y el resto para el dueño, se puede alucinar lo que seis pavos pueden dar de si. Los marroquies pagan normalmente unos 8 o 10 Dh por la entrada, yo al ser turista he de pasar por el aro, pero no importa esto es asi en todos los sitios menos en España, donde nosotros tenemos menos derechos que los forasteros, por tanto se deduce que los españoles somos puteados igual dentro que fuera de nuestras fronteras. Compro tambien un guante de crin, jabon y aceite de masaje. Los clientes me miran un poco extrañados ya que un extranjero en este tipo de hamman no es nada habitual.
Aparece el hombre que me dara el masaje, tiene unos setentaitantos años, con la piel morena y supercurtida, tambien luce una pequeña chepa, la faltan casi todos los dientes y lleva un ojo echo tabaco, usa una sucia y gruesa chilaba marron igual de vieja que el, sin embargo tiene cara de buena persona. El tio solamente habla Arabe, me pide que me desnude y me deje solo los gallumbos, el hace lo mismo lo unico que en vez de gallumbos usa un trapo liao. Me pide que lo siga, entramos por una gruesa puerta de madera y da la sensacion de que pasamos al infierno por que de repente la temperatura asciende a 50 grados por lo menos, atravesamos dos pequeñas salas donde hay algunos hombres desnudos echandose cubos de agua caliente por la cabeza y frotandose jabon, hay varias fuentes que manan agua caliente, tibia y fria, el calor irradia a traves de las paredes y los azulejos del suelo por un sistema de canalizacion de agua caliente, es el mismo sistema que fue utilizado en su dia por los romanos, aunque a decir verdad los hammanes son los supervivientes de las antiguas termas romanas. Los romanos construyeron termas a lo largo y ancho de su imperio y solo en los paises musulmanes han perdurado hasta nuestros dias. Llegamos entonces a una habitacion grande, el hombre me dice que me tumbe en el suelo, a mi alrededor varios hombres se estan bañando, cuesta un poco respirar por la cantidad tan grande de vapor de agua y del tremendo calor que hace, en esos minutos sude la gota gorda hasta que me acostumbre a tanto calor. El hombre regresa con varios cubos de agua a diferentes temperaturas, yo permanezco pegado al suelo y el tipo me echa agua por todo el cuerpo, se pone el guante, agarra el jabon y empieza a frotarme con fuerza, da tan fuerte que parece que me va a arrancar la piel, me da pena gritar pero la verdad es que me producia incluso dolor, yo me suelo duchar a diario, pues a pesar de eso el hombre me sacaba pegotes de roña, los cuales me mostraba cuando limpiaba el guante. El tio seguia frota que te frota, me lavo la cabeza a ostia limpia y metio sus dedos en mis orejas para limpiarlas bien, yo me sentia como un muñeco a su merced, llegue a la conclusion de que mas que bañarme me estaba dando una sesion de sadomasoquismo o algo asi. El tio concluyo el baño tirandome con fuerza varios pozalazos de agua a distintas temperaturas, me sentia como un judio en un campo de concentracion, me dijo entonces que me volviese a tumbar y que ahora volvia. Me quede tirado en el puto suelo completamente derrotado y sin ningun tipo de fuerza en todo mi cuerpo, pero la cosa no habia terminado, mi torturador regreso y empezo a darme un potente masaje con aceite, en ese momento si que estaba en la gloria hasta que me puso un pie en mitad de mi espalda y tiro de mis brazos, el cuerpo me crujia, paseo el pie a lo largo de mi columna sin cesar de tirar, despues cogio fuertemente los tobillos y me los puso en la cabeza, yo pensaba que me iba a romper algo, el dolor era total, el resto de los hombres me miraban compadeciendome por la paliza, cuando se canso de darme caña se fue sin decirme nada y me quede tirado en el caliente suelo como si me hubiese caido de un quinto piso, no me podia mover. Minutos despues todo el mundo se fue y me queden mas solo que la una, yo permanecia inmovil, completamente abandonado y derrotado, al cabo de un ratito entro un chaval joven a avisarme que saliera ya que el horario de hombres estaba a punto de acabar. Sali de las catacumbas y apareci en los vestuarios, los hombres estaban tranquilamente conversando, les saludo y me sente con ellos a vestirme. Me vesti y me fui.
En la puerta me esperaba mi torturador para que le diese propina, le di la mano y tambien le di 20 Dh el tio se los habia merecido limpiamente. Pase por la tienda del tuareg y me fui al al hotel con intencion de acostarme un poco, la verdad es que me encontraba super a gusto, totalmente relajado y como en una nube, la experiencia en el hamman fue apoteosica.




El asador del chiringuito en plena faena



Repeti comiendo en los chiringuitos del puerto, como no habia mesa libre me acomodaron con cinco hombres marroquies, comi con ellos y como ellos, sin cubiertos y cojiendo la comida con el pan. Ninguno hablaba Español pero nos entendimos perfectamente.
Mi siguiente objetivo fue visitar el puerto, sin lugar a dudas es uno de los lugares mas animados de la ciudad, acaban de llegar los barcos de pescado y hay un ajetreo que no veas, se forma una especie de subasta y los pescadores y compradores hablan en Arabe a voces mientras cientos de gaviotas se disputan los desperdicios. Muchos de los muelles se han convertido en astilleros y ahi mismo estan reparando barcos pesqueros y construyen traineras de madera como ya no se fabrican en otro lugar.



Traineras de madera amarradas en el puerto




Al lado del puerto hay tambien un curioso lugar, es la puerta de la Marina y la scala del puerto, construido a principio del siglo XIX por los portugueses. Es un conjunto con mucho porte, consta de dos torres y una muralla y en el centro de esta se halla una enorme puerta, originalmente servia para comunicar la ciudad con el puerto, se puede subir a la muralla donde hay un monton de cañones adornados con blasones españoles, portugueses y flamencos. En este sorprendente decorado Orson Welles rodo algunas escenas de Otelo, este director tambien rodo escenas para su conocida pelicula en un hamman tradicional de Essaouira.




La Scala del puerto



Cuando abandono la zona del puerto y demas, me encuentro a Moja el conductor de la furgoneta que nos llevo al desierto, la alegria fue comun para ambos, el tio me abraza muy contento, me cuenta que ha venido a traer a unos turistas y se vuelve a Marrakech, le pido que de recuerdos a Hassan y nos despedimos, sinceramente me alegre mucho de verlo y se que el tambien se alegro de verme a mi.
Como era muy pronto decidi recorrer la muralla por fuera y sin querer me encontre con una iglesia, me llamo mucho la atencion, incluso le hice unas fotos, mas tarde me entere que dicha iglesia da una misa todos los domingos por la mañana y por cierto es la unica iglesia en activo que hay en todo el territorio marroqui.




Calles de la medina




Pase el resto de la tarde vagando sin rumbo por las estrechas calles de la medina, y picoteando todo tipo de dulces que iba comprando en los puestos. La medina de Essapuira tiene zonas muy bien cuidadas pero otras como la Mellah (antiguo barrio judio) estan completamente destrozadas, ademas de ser muy peligroso pasear por esas calles a partir del atardecer, de todos modos a mi me gusta esta medina, es pequeña y sus calles tienen mucho ajetreo y bullicio. Hay muchos pasadizos y calles cubiertas donde jamas da el sol. Las mujeres van mas tapadas que en Marrakech, al lado de la calle principal hay unos garitos superpequeños donde llevas el pescado fresco o la carne y te lo cocinan, bien para llevartelo a casa o comertelo alli mismo. Los artesanos trabajan en las puertas de sus talleres, la gente es amable, habladores y muy alegres. En mitad de una pequeña calle estan despedazando a una vaca yo me sorprendo y ellos se rien. Los pintores sacan sus cuadros a la calle y llenan las paredes con ellos. Hay un coche practicamente desarmado en plena calle. En general las calles de la medina de Essaouira estan vivas y da muy buenas vibraciones pasear por ellas.




Gaviotas en la entrada del puerto




Ya a anochecido y controlando el cartel de el festival de musica me doy cuenta que acaba de empezar una actuacion en un pequeño escenario situado en la scala de la kasba justo al lado de mi hotel. Dicho lugar era otro de los puntos de defensa de la ciudad, se accede por una boveda que va a dar a un pasaje donde se encontraban los antiguos almacenes de municiones portugueses, ahora estan ocupados por talleres y tiendas de artesanos, por una escalera de piedra se accede a lo alto de la muralla, construida por enormes bloques de piedra serrados, en lo alto de la muralla hay una estupenda coleccion de cañones de bronce.
Pues ahi mismo en un rinconcito de esta fortificacion habia montado un pequeño escenario, donde estaban actuando sin ningun tipo de amplificacion unos indios con un sitar y unos tamborcitos. No hace falta decir que aquello estaba abarrotado de gente, para empezar era imposible llegar al escenario, asique abriendome paso entre la gente logre subir a la muralla y desde arriba me hice un hueco al lado de una familia marroqui, la verdad es que me costo pero consegui un lugar privilegiado y justo cuando ya estaba ubicado, los indios acaban su actuacion. Para mi sorpresa suben al escenario cuatro gitanazos que a golpe de palmas, cajon y cante pusieron la scala patas arriba, la verdad es que cantaron con cojones y a pesar de que no llevaban guitarra, se quedaron con el personal.




Calle principal de la medina




Cuando los cales acabaron su actuacion fui a visitar a mi amigo el tuareg, es viernes, el dia grande del rezo, por consiguiente mi amigo esta en la mezquita rezando, hoy esta todo el dia echando viajes de la tienda a la mezquita. Lo veo llegar, anda con su turbande y su capa azul, me saluda y cierra la tienda, tiene que ir de nuevo a la mezquita. Me despido de el ya que mañana quiero salir temprano para mi siguiente destino, me ruega que no me marche tan pronto y quiere invitarme mañana a comer en su casa, pero yo ya tengo mis planes echos, quiza en otra ocasion.

Termino la tarde noche dando un paseo por la playa haciendo tiempo para la siguiente actuacion de musica marroqui que sera en la gran carpa-teatro. Sorprendentemente veo a una pareja de guiris aproximandose hacia mi, son la payasita y su novio el italiano, dos de los amigos con los que tuve ocasion de ir a Merzouga, que alegria por el encuentro. Los dos estan hechizados con Essaouira, hablamos durante un ratito, son muy buena gente, me caen muy bien, ella esta un poco triste por que han de volver a Praha en dos dias y alli hace un frio que no veas y ahora mismo la tia anda descalza por la playa, mas fresca que una rosa. Ellos van un momento a su hotel, pero quieren regresar de nuevo para ir al concierto. Quedamos en vernos en media hora en la puerta de la carpa, aunque he de reconocer que fui al concierto a mi bola y no los espere.





Puesto de especias donde si os fijais se vende la viagra marroqui, que no es otra cosa que el ginseng

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