11-7-11
Irun (Guipuzcua)-Aucun (Francia)
Me levanto muy animado a pesar, de que a las seis de la mañana me desperto el escandalo que armaban al levantarse unos currantes que tambien estaban en el hostal, ya no pille el sueño y me quede viendo la tele. Cuando me decido a levantarme luce un sol esplendido y hace un dia cojonudo para viajar en moto y yo estoy ya deseando meterme en carreteras de montaña. Me salto mi paseo mañanero, estoy deseando cabalgar a la Anselma, a veces es algo increible, llego a sentir verdadero sindrome de abstinencia por montar en la moto, sobre todo si estoy a punto de lanzarme a una ruta tan espectacular como la que viene. Deprisita compro algo de fruta y bolleria para desayunar.
Rio Bidasoa
Salgo atacando por la N-121 en direccion a Pamplona en lugar de ir a Biarritz que es donde tenia pensado. En la salida de Irun me encuentro con un control policial, van parando los coches a voleo, a mi me dejan pasar casi sin mirarme, la policia lleva las metralletas en la mano y el dedo en el gatillo, tengo suerte de llevar el casco porque si me ven la cara me paran seguro, debo de tener cara de delincuente, nunca suelo llevar nada sospechoso pero es raro que coja un avion y no me registren la maleta, esta claro que no sirvo de "mula".
Ya en carretera empiezo ya a meterme en los valles del Pirineo y todo se torna verde, color que ya no dejare de ver hasta unos dias despues, la carretera discurre pegada al rio Bidasoa, lo que hace mas fresco y agradable el trayecto. En Donezteb me desvio y cojo la D-15 paso por Elizondo y Erratzu y entro a Francia. Es toda una gozada rodar despacio entre estos paisajazos, es como mejor se saborea, la verdad es que es un placer indescriptible.
Montaña y moto, que gran combinacion.
En una cuesta interminable montaña arriba adelanto a un abuelete que va en bicicleta, el tio tiene unos cojones que no veas para meterse en esa empresa. Ya en lo alto del puerto, donde no hace falta resaltar que hay una vista excelente, hago una paradita, hay un chaval joven bicicletero sentado en una piedra, minutos despues aparece el abuelo, el chaval es su nieto y le bacila al viejo diciendole que le a sacado 16 minutos, a este le hace gracia el comentario, en ese momento pense que la ignorancia es bonita cuando uno es joven (aunque de mayor es deprimente). Hablo un poco con el abuelo, son navarros y mañana piensan hacer el famoso Tourmalet, hay que ver la peña que gana de pedalear.
La bajada del puerto todavia impresiona mas que la subida. Enseguida me planto en St. Jean-Pied-de-Port, villa medieval y muy carismatica donde arrancan la mayoria de peregrinos a Santiago, igual que hice yo hace algunos años ya. St Jean es muy bonito y merece una parada y paseo a pie incluido, esta muy concurrido de turistas y algun que otro peregrino despistado que no sabe donde se coje el camino, hay un mercado con mucha animacion y todo esta aderezado por un calor asfixiante. En una tienda compro una gran boina en plan vasco, la tia que la regenta es borde como ella sola, coincido con un matrimonio español que tambien esta en la tienda y que de forma rapida me cuentan una anecdota que les paso el dia anterior que resalta la actitud gilipoya que algunos barbaros del Norte todavia hoy por hoy mantienen hacia nosotros, aunque en este caso la actitud chunga se duplica al estar en el pais vasco frances.
El rio Nive a su paso por St Jean
Dejo atras St Jean y podriamos decir que salgo del Pirineo puro y duro, la cosa se suaviza un poco. Cojo la D-933 en direccion a St Palais y enseguida vuelvo a orientarme hacia el Este por la D-918, paso por Maunleon-Licharre y en Tardets paro con intencion de comprar algo y comer en cualquier sitio, las horas de las comidas estan desfasadas en Francia ya que lo hacen sobre las 12 ya son las 2 asique los supermercados estan cerrados, para mi sorpresa me encuentro un mercado ambulante ya casi recogido en la plaza del pueblo, hay un puesto de pollos asados, el pollero es cantidad de simpatico y aunque ya tiene todo acomodado en el camion, me sirve medio pollo con patatas, en una panaderia compro una barra de pan y unos dulces. Me pego una comida que me supo a gloria bajo los arboles de la iglesia, donde por supuesto disfrute de una reparadora siestecita.
Parada en Tardets
El calor aplastante continua y la verdad aunque uno va tan comodamente en la moto da un poco de pereza arrancar, me decido y un rato despues hago una parada en Arudy para echar caldo y beber agua en una fuente, de nuevo las bestiales montañas poco a poco comienzan a dominar el paisaje, me asalta la duda si desviarme a Lourdes y al final decido pasar de todo, entre otras cosas no me apetece ver otro de los teatros hipocritas de la iglesia. Sin saberlo acerte de pleno por que ir a Lourdes hubiera significado no haber rodado por el puerto de Aubisque. Enseguida me di cuenta que donde me iba a meter eran palabras mayores y me quedo prendado del pueblo Eaux bones, donde hago una paradita y me doy cuenta del ambiente montañero que se respira aunque no hay que ser muy listo para darse cuenta de que algo grande esta por ver, solo hay que mirar las montañazas que hay por todas partes.
En lo alto del puerto de Aubisque
Efectivamente a partir de aqui se empieza a subir a saco, las montañas impresionan y forman unos valles que ni te cuento, tanto verde y tanto paisaje bonito dan una gran alegria al espiritu y te sientes de maravilla, es un gozo continuo al rodar en moto, no es lo mismo que ir en bici o andando que sufres en bastantes ocasiones, por no hablar de ir en coche donde esta carretera tan gozosa para la moto se convertiria en un verdadero suplicio. Paso por una estacion de ski y sigo subiendo hasta alcanzar lo mas alto del puerto donde hay un bar-refugio pegado a un pedazo de precipicio y unas bicicletas gigantes que simbolizan los cojones de los ciclistas que corren la vuelta a Francia. Vacas y caballos van sueltos a su puta bola. Hay bastante gente paseando y tomando fotos, el lugar merece una parada ante tanta grandeza.
Empezando a bajar
En la bajada me cruzo con una peña de alemanes montando Harleys los cuales me saludan pitando y con mucho alboroto. He de hacer notar que las carreteras aqui son todas muy estrechas aunque estan bien arregladas, todo el rato he rodado por la D918 y ahora estoy en la D921, ya es hora de buscar cama y doy con un pueblo pequeño llamado Auco, esta situado en un valle maravilloso, aparco a la Anselma y doy un garbeo, se nota el movimiento de gente que viene a hacer turismo de aventura y senderismo, de echo todo el pueblo esta vinculado a ello y por supuesto hay pequeñas empresas dedicadas a todo tipo de actividades montañeras.
Fijaos en la carretera
Entro en un albergue a preguntar y soy recibido por una troncaza de unos cuarenta y tantos años que parece una camarera de esas de la fiesta de la cerveza alemana, ademas usa un vestido de hace un siglo por lo menos, la tia es grande, fuerte, colorada y con unas tetas que parecen dos lavadoras, lo mejor es que muy divertida y bonachona y se rie un monton, no habla español ni Ingles pero nos entendemos, me hace entender que el albergue esta lleno de chavales jovenes que estan locos y se tiran muchos pedos por la noche, tambien por señas me explica que en el pueblo hay gente que alquila habitaciones y que a la salida del pueblo hay un hotel muy grande, me despido de la vikinga y pregunto en una casa particular que tiene un cartel de habitaciones, pero no hay nada que hacer. Monto de nuevo a la Anselma y veo entonces el famoso hotel Picors, no es un sitio de chavales ni aventureros sino que es gente mas acomodada que viene a presumir y a bacilar a la montaña, el sitio es de bastante mas nivel que los lugares donde suelo quedarme, pero no hay otra cosa asique acoquino y pago los 57 pavos sin desayuno que vale la habitacion, alli me mezclo entre parejas de media edad, jubilados y alguna familia, la verdad es que no pego ni con cola pero el sitio esta de puta madre, de vez en cuando no esta mal, un pequeño homenaje no viene mal de vez en cuando.
Que gozada
Paso de quedarme a cenar en el hotel y vuelvo de nuevo al pueblo donde compro en una tienda provisiones para cenar y desayunar. Al lado del hotel hay tambien un pequeño nucleo de casas y una especie de bar que resulta ser un museo de la herreria principalmente y todo tipo de cachibaches antiguos, me tomo un quinto de Heineken a 3.5 pavos mientras estudio el mapa sentado sobre unas piedras a modo de banco y una rueda de molino que sirve de mesa, dichas piedras no tendran una antiguedad menor de 1000 años. Hace un poco de frio y acaba de anochecer deben ser las 9, no se ve un alma en la calle ni en el pueblo ni en las casas sueltas, no se oye ni un ruido es algo increible. Me acuesto dispuesto a disfrutar la habitacion que por cierto esta de muerte.
foto tomada desde la puerta del hotel Picors
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