21-10-08
Desayuno en un bar-panaderia al lado de la catedral, que parece el super centro del desayuno, hay todo lo que te puedas imaginar, el local esta atestado de gente. Tomo unos bollos algo extraños y un delicioso cafe, acto seguido voy a la estacion. En el inmenso panel de salidas, controlo que hay un tren a Munchen (Munich) de inmediato, a Bremen sale otro, aunque todavia falta una hora y media para la salida. Hago la ultima llamada al tf ese de Susan y siguen sin contestar, me decanto por Munchen y voy para el anden. Durante todo el resto del viaje y hasta el dia de hoy me he arrepentido de la decision.
Estacion de Colonia
El viaje fue muy entretenido, la linea de tren discurre todo el rato al lado del rio Rhin, atravesando montañas y valles superbonitos, en sus orillas crecen pequeñas ciudades y pueblos de lo mas pintorescos. Un par de horas despues tuve que hacer cambio de tren en Stuttgart, donde estuve una hora y media y donde aproveche para comerme una especie de bocadillo de carne ahumada que te preparan en la misma carniceria (4.5 euros). Lo poco que vi de esta ciudad, me gusto mucho, todo muy verde y con mucha zona peatonal. Ya de nuevo en el tren, el escenario desde la ventanilla sigue siendo espectacular, ya dejamos atras el rio Rhin, la vista se centra en las empinadas laderas de las montañas repletas de viñas, es curioso porque estan puestas tan estrechas que no puede caber ningun tipo de vehiculo y las faenas las deben hacer manualmente, entre parcela y parcela hay unas rampas de obra por las cuales deben subir unas vagonetas para transportar las uvas una vez recogidas, supongo que dichas vagonetas las subiran o bajaran con un sistema de poleas a motor.
Los trenes en Alemania son otra cosa, para empezar no pagas nada de nada teniendo el Global-pass, son nuevos, limpios y rapidos, los revisores son amables, cosa rara porque en cualquier tren de cualquier pais siempre suelen estar de mala ostia y no muy dispuestos a echarte una mano. Lo que esta claro es que es una verdadera gozada viajar en tren por este pais.
Cuando llego a Munchen a pesar de que son las 16.30 mas o menos, ya esta empezando a oscurecer. En la Tourist-Office me dan un mapa donde me señalan un monton de hostels, pero por desgracia para mi me advierten de que es muy dificil que tenga suerte ya que Munchen esta viviendo el October-Festival (fiesta de la cerveza) y ademas hoy se juega aqui un partido de futbol entre el Bayer y un equipo italiano, por tanto todas las plazas hoteleras de cualquier tipo estan ocupadas.
Voy a los tres hostels mas cercanos a la estacion y efectivamente todos estan llenos, debi haber echo la reserva con antelacion, es tonteria seguir mirando, quedarse aqui es imposible y no tengo ganas de dormir en la estacion, asique miro los horarios que me paso Bob en Brujas y me doy cuenta que hay un tren-hotel a Berlin a las 23.00 h, me viene de lujo para dar un garbeo por la ciudad y dormir en el tren.
En la taquilla hay un pedazo de troncaza rubia de unos 40 años, grande y fuerte como un toro, es bastante antipatica y chunga, le jode hablarme en Ingles y aun le jode mas cuando le digo que vaya mas despacio, por suerte habia plaza, total que me sale a pagar 30 pavos por la litera en primera, que es lo unico que queda, aparte de las butacas, donde no me apetecia ir.
Karlsplatz
Dejo la mochila en la gigantesca consigna de la estacion y voy para la calle a disfrutar cinco horas y pico por la ciudad de Munchen. Salgo de la estacion y me dejo llevar por un rio de gente, en pocos minutos, me encuentro en Karlsplatz, es una plaza redonda que tiene un gigantesco circulo echo con enormes piedras mas o menos cuadradas, donde la gente se sienta, observo por los alrededores varios corrillos de bolingas tomando cerveza en plan botellon.
Un poco mas adelante cruzo por un impresionante arco de piedra llamado Karlstor (Puerta de Carlos), que sirvio en su dia como puerta de entrada al antiguo recinto amurallado, se continua por una zona peatonal y comercial, donde encuentras bastantes cervecerias tipicas, con unas gigantescas terrazas abarrotadas de peña tomando jarracas de litro a 8.5 euros.
Puerta de Carlos
Hay un alboroto terrible, abundan los hinchas del equipo de futbol italiano, llevan camisetas rojas, van borrachos y cantan como locos sus consignas e himnos, me parece un espectaculo patetico.
De repente descubro la deslumbrante Marienplaz (plaza de Maria), es el centro geografico y social de Munchen, la preside el Ayuntamiento, con su famoso carillon, que tiene unos muñequitos que se mueven al dar las horas. A pocos pasos se encuentra la Catedral de Nuestra Señora, otro de los iconos de la ciudad, la cual no pude visitar por que ya habian cerrado.
Fachada del ayuntamiento en Marienplatz
Compro una lata de cerveza y me la tomo mientras paseo. Me da un hambre terrible, asi que pregunto por un supermercado, una señora me acompaña hasta uno, que resulta ser de una cadena muy conocida en Alemania, no recuerdo el nombre, el caso es que era de superlujo. Asi da gusto comprar, todo perfectamente ordenado, muy limpio y moderno, con unos productos rarisimos y exclusivos. Aunque no compres, vale la pena visitarlo, yo me quede de piedra, el personal muy amables y atentos, siempre dispuesto a satisfacerte, solo con lo que te ofrecian de desgustacion, ya podias cenar, compre algo de queso, fruta,1/2 pollo asado y algo para desayunar, el precio era algo caro, pero es normal, dado donde me encontraba.
Me pegue el festin padre sentado en uno de los pedruscos de Karlsplatz. Aqui comer en la calle es algo habitual, todo el mundo lo hace, no esta para nada mal visto, aunque algunos bolingas que estaban tomando cerveza a unos metros de mi no me quitaban ojo.
Italianos completamente bolingas dando la murga a los aficionados del Bayer
Despues de merienda-cena decido buscar un locutorio de telefonos para llamar a casa, voy hacia la estacion y conozco por casualidad a una pareja de cubanos, son la mar de simpaticos. Converso con ellos un rato, me invitan a dormir en su casa, pero me disculpo y les digo que salgo en un par de horas a Berlin, me llevan a un locutorio regentado por unos senegaleses, ellos le llaman cariñosamente el locutorio de los negritos, el lugar mas que un locutorio parecia un sordido antro y la verdad es que las pintas de los que alli habia causaba respeto, de no ser por los cubanos no me meto ahi ni loco, ellos no le dan importancia y saludan al dueño, le explican al tipo en Aleman que voy a llamar a España y lo del viaje en tren y blablabla, al negro todo eso le da igual, pero los cubanos son asi. Despues de intercambiar direcciones de correo electronico me despido de ellos. Una vez dentro llamo a casa y despues vuelvo a intentar con el tf de Susan, sigue sin haber respuesta, asique decido que esa seria la ultima llamada.
Cuando salgo de alli, me aborda un pedazo de negra gordona y culona, tambien es cubana, me ha visto hablar con la pareja, parece que la tronca los estaba siguiendo ya que ella es la exmujer del tipo. La verdad es que la tia es simpatica y bastante agradable, paseo y charlo un poco con ella, me cuenta todos los chismes relacionados con la rota relacion, se agradece seguir hablando Español, la tia esta quemada en Alemania pero no quiere volver a Cuba de ninguna manera, es anticastrista total y le da miedo ir a otro pais, la animo a ir a España, nos despedimos y nos deseamos suerte en la vida.
La peña tomando unas cañitas
Ya en la gigantesca estacion de Munchen, veo a un tio tomarse un pedazo de cerveza superturbia en una de las cervecerias que hay dentro de la terminal, me da una envidia terrible, asique me siento en una banqueta y pido una igual. Es Franciscaner de barril, el vaso es algo mas de medio litro, me siento en la gloria despues de dar el primer trago, sabe riquisima, nada que ver con la embotellada que venden en España, me costo 3.5 euros, a lo cual no le di la minima importancia dado lo a gusto que me la tome.
Cuando fui a consigna a recoger mi maleta, me aguardaba otra agradable sorpresa, un coro de unos veinte chicos y chicas adolescentes, con su director y todo, estaban cantando, mientras esperaban su tren. Debian estar haciendo una gira por Alemania, sonaba de lujo, afinado a la perfeccion y con cada voz en su sitio, interpretaban canciones en varios idiomas, incluido el español. Los viajeros que pasaban por alli no podian evitar detenerse a escucharlos, poco a poco se iba formando un corrillo a su alrededor, los aplausos les llovian al acabar cada cancion, era realmente hermoso, todo el publico estabamos anonadados, como en un pequeño trance. Pero lo mas chocante y lo que todavia llamaba mas la atencion es que los chicos y chicas del coro, eran japoneses.
Por fin llego mi tren, busque mi litera y me acomode, mi cama estaba en una camareta encima de un señor con pinta de ejecutivo, como casi todos los que iban en mi vagon, es un poco surrealista, encontrar un mochilero en un camarote de primera, pero asi fue, a veces las apariencias engañan.
En la estacion de Munich, poco antes de que saliera mi tren
lunes, 8 de febrero de 2010
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2 comentarios:
Hola Conrao, vaya pedazo de viajes que te marcas, en plan mochilero y por lo que veo disfrutando a tope,las fotos demuestran que te lo pasas de p.m.Lo de viajar en tren es un punto, me parece mas original y real que en avión, hay más contacto con la gente.
Espero que vayas en buena compañia y buena música.A ver si cuando vuelvas nos comemos unas anguilas o conejos o lo que sea.Un saludo amigo.Pasatelo en grande.Capi.
some countries there are so called “ wet hostels ” which provide an accepting regime for people with severe alcohol problems.
Hoteles Rio
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